Miles de extranjeros buscan su pasado en los archivos de Cara

Miles de extranjeros buscan su pasado en los archivos de Cara

F. C.
21:59 • 22 jun. 2013

“Le digo a mis hijos: Mirad, yo me voy a morir. Con el museo podéis hacer lo que queráis, pero  no me gustaría nada que os desprendierais del archivo, al que he dedicado la vida y por el que he perdido la vista”.

Así expresa Gabriel Cara la importancia que tienen para él los documentos que archiva desde hace 40 años. Perdió la córnea hace un año, y eso le impide trabajar muchos días, pero no se rinde, y cuenta con la ayuda de sus cuatro hijos: “Investigo todo lo que concierne a mi pueblo desde la época romana a la actual”, cuenta Cara, quien instaló hace 30 años este archivo y un museo abierto al público en el garaje de su casa. “Tengo los nacidos en mi pueblo de 1650 a 1950 y censos, que incluyen a no nacidos aquí, además de libros de defunciones y matrimonios”.


Valiosa información
Todo ese material, y mucho más –fotografías, artículos, escrituras…-, se convierte en un tesoro para miles de personas que tienen raíces en Roquetas de Mar y quieren conocer la historia de sus antepasados.  “Cuando alguien llama al Ayuntamiento pidiendo esta información, les mandan aquí. Una vez me visitaron dos muchachos de Francia que escribían un libro sobre su abuelo, y tenían una carta de la secretaría de Roquetas de los años veinte diciendo que había perdido la vida en un accidente de avión en el municipio”. El historiador supo enseguida de qué avión estaban hablando, y les enseñó una fotografía de la máquina accidentada.

Desde Buenos Aires llamó una mujer “que quería saber de su bisabuelo, D. Miguel Ruiz de Villanueva”, que resultó haber sido una gran personalidad en el siglo XIX –caballero cubierto del rey e hijo predilecto de Roquetas-, lo que había llevado a Cara a escribir un libro sobre él en la universidad, que envió a la interesada. Y como éstas, decenas de visitas y cientos de cartas cada año desde que, de manera altruista, dedica su vida a esto. “En total habrán sido más de 500 visitas, y 2.000 cartas sólo de franceses”.


Organización
A pesar de no tener nada informatizado, el archivo, de fotografías y documentos escritos,  está perfectamente organizado. Hace unas semanas, un señor se presentó en el museo y le contó que no había conocido a su padre, que lo perdió con menos de un año y la familia no conservaba ninguna fotografía. Gabriel lo resolvió en unos minutos. Lo buscó en el libro de los nacidos, que le lleva a su carpeta personal, donde encuentra el retrato. La documentación que ha recopilado Cara durante estos años está clasificada por temáticas, apellidos, años… Lo que agiliza mucho la labor.

“Cuando vienen estudiantes o científicos en busca de una información, se encuentran la mitad del trabajo hecho, y esa es mi principal satisfacción”, confiesa.







Temas relacionados

para ti

en destaque