Miles de plantas autóctonas visten ya la escombrera de la central térmica

Ya han finalizado los trabajos de ecorestauración de la antigua escombrera de cenizas y escorias de la Central Térmica Litoral que Endesa tiene en Carboneras, realizados en colaboración con una empresa especializada y con la Dirección de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Compañía.

En febrero de 2012, se iniciaba la primera fase de estos trabajos con la adecuación morfológica de la escombrera clausurada y una primera plantación, en la que se actuó con más de 28.000 ejemplares de 25 especies diferentes repartidas en cinco unidades de paisaje: atochar o espartal; cerrillar y tomillar; praderas de herbáceas y vivaces; agrosistemas arbóreos sobre líneas de drenaje superficial de aguas de escorrentía en ambientes semiáridos del sureste peninsular; y tarayales, cornicales y malezas iberonorteafricanas de gran porte.
Para ello se aplicaron técnicas novedosas como la colocación de 20 incubadoras de agua inteligente para aquellas especies con requerimientos hídricos mayores en su primer estadio de desarrollo.

La segunda fase se ejecutó entre noviembre y diciembre de 2012; en este tiempo se han realizado labores de densificación y diversificación de la revegetación ya realizada, plantando cerca de 11.500 nuevos plantones de 30 especies diferentes, reproducidos en vivero a partir de la semilla recogida en el entorno de la central térmica.
Con esto se aumentan  las probabilidades de éxito en el arraigo y en el desarrollo de la planta con respecto a ejemplares recolectados en otras zonas con diferentes características ambientales.

La actuación de esta segunda fase se ha complementado con la plantación, mediante técnicas de hidrosiembra, de una mezcla de semillas de herbáceas y perennes autóctonas, también de las cercanías de la central.

Hidrosiembra
Dicha hidrosiembra permitirá el desarrollo de porciones de vegetación de gran interés en los procesos ecológicos y de las cadenas tróficas del ecosistema ya que estos ejemplares sirven de sustento a la fauna local, actúan de retenedores de suelo y enriquecen la diversidad florística de la actuación, aportando un mayor cromatismo estacional al paisaje. Las incubadoras de agua inteligente instaladas en la primera fase, se han reutilizado en la plantación de nuevos ejemplares.

Tras un año desde el inicio de los trabajos, el magnífico estado actual de la plantación constata la adecuada elección de las técnicas de bioingeniería aplicadas, con la utilización de especies autóctonas  por su mejor adaptación a las condiciones ambientales severas y el entorno bioclimático de la planta.

La gran diversidad de especies vegetales autóctonas utilizadas, más de medio centenar, está garantizando la integración paisajística en el entorno de la escombrera clausurada.