Anatomía de la ‘otra’ gran pandemia, la de 1918

La provincia de Almería fue una de la más afectas por la gripe española

La gripe de 1918-1919 en Andalucia. Tasa de exceso de mortalidad.
La gripe de 1918-1919 en Andalucia. Tasa de exceso de mortalidad.
Raúl Ramos Aliaga
01:14 • 08 ene. 2024

Hace unos años el mundo se paralizaba por la pandemia del coronavirus que azotó violentamente el planeta con una gran cantidad de defunciones por esta emergencia sanitaria que comenzó en 2020. Un poco más de cien años atrás, el mundo también se vio afectado por otra gran epidemia, la de gripe de 1918, que fue conocida inicialmente como Soldado de Nápoles y después como gripe española.



Por esta pandemia, la de 1918, más de 40 millones de personas fallecieron en todo el planeta, según la documentación que se conoce hoy en día. Las descripciones de la época contaban que los síntomas que aparecían eran fiebre, cansancio extremo, pulso rápido, pupilas moderadamente dilatadas, cambiaba el color de la cara, y en otros casos vómitos y diarreas. Además de no remitir, la muerte llegaba entre 24 y 48 horas después del empeoramiento y la aparición de los síntomas. 



Esta pandemia fue mundial, y en Almería hizo estragos, situándola como una de las provincias españolas más afectadas, sobre todo en la segunda ola. El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) recoge en su colección de pandemias en Andalucía una serie de mapas con información de la gripe de 1918 y con datos sobre el exceso de mortalidad en 53 municipios de Almería. 



Así estos municipios donde existen datos eran María, Vélez-Blanco, Huércal-Overa, Cuevas de Vera, Vera, Garrucha, Bédar, Antas, Lucainena, Lubrín, Carboneras, Arboleas, Albox, Cantoria, Macael, Chercos, Tahal, Senés, Velefique, Castro, Olula de Castro, Tabernas, Turrillas, Níjar, Almería, Huércal de Almería, Pechina, Rioja, Santa Fe, Gádor, Benahadux, Alhama, Alhabia, Santa Cruz, Huécija, Illar, Terque Instinción, Alboloduy, Canjáyar, Fondón, Alcolea, Laujar, Bayárcal, Doña María, Nacimiento, Gérgal, Adra, Berja, Dalías, Felix, Enix y Roquetas. 



Como se observa en las cifras del exceso de mortalidad, los valores más altos se dieron en Castro, con un porcentaje de sobremortalidad de 640; Olula de Castro, con más de 486; y Gádor con un exceso de 364. La mayoría de municipios oscilaban entre los 300 y 150 como son Níjar, Lubrín, Roquetas, Enix, Doña María, Rioja o Pechina, entre otros. 



Otro de los datos que se conservan es el relativo sobre la tasa de mortalidad por 10.000 habitantes, y distribuidos por los nueve partidos judiciales que había en 1918 en la provincia de Almería. Estas cifras son solamente en los meses de septiembre y octubre coincidiendo con la segunda ola, la más violenta en la provincia.



Así, el partido judicial que presentaba una mayor tasa de mortalidad era el de Purchena, con un valor de 235, mientras que le seguía el de Sorbas (179,6) y Gérgal (160,2). Ya con un valor inferior se encontraba el de Vera-Cuevas del Almanzora -antiguamente Cuevas de Vera- (121), Huércal Overa (112,2), Berja (111,4) y Almería (106,3). Mientras que los que menor valor presentaban eran Vélez Rubio (68,4) y Canjáyar (51,2).



A nivel andaluz, Almería fue la provincia donde más virulencia y más afectó la gripe española, registrándose una tasa de exceso de mortalidad por 10.000 habitantes de 187.1, lo que se tradujo en 7.366 muertes estimadas en la provincia, según los datos consultados y en el registro que se recoge en el trabajo ‘Andalucía y la cartografía histórica de las pandemias’ del historiador Fernando Olmedo y el médico epidemiólogo Francisco Javier García, publicado por el Centro de Estudios Andaluces. Además, esta publicación relata que la población estimada en 1917 en la provincia era de 393.680 habitantes.


Otro dato preocupante de la época fue la mortalidad en los meses de septiembre y octubre de 1918, donde la población estimada era de 379.255 y la mortalidad fue de 4.824, siendo esta la franja mas violenta. Cuyo datos más altos fueron en municipios de la Sierra de los Filabres, zona donde la publicación citada anteriormente expone que “parecía que también fue muy fuerte el impacto de la gripe ese año en los vecinos municipios mineros, como Serón, con numerosos trabajadores hacinados en precarias condiciones en poblados dispersos”, además suelta la “hipótesis” que estos casos hubieran estados aislados en las montañas.


Así, según los datos reflejados, la primera ola no afectó casi a la provincia, mientras que el desastre llegó con la segunda, y relata que en el otoño de 1918, el “estrago fue enorme”. Esta publicación recoge que en estos meses, Almería era la segunda provincia española en cuanto a tasa de sobremortalidad, por detrás tan solo de Burgos.


“Se especula que pudo llegar de Francia, por vía férrea a través del Levante, traída por los trabajadores temporeros que volvían del país vecino y la repartieron por todas sus comarcas”, recoge este trabajo histórico, que añade que en esta segunda ola parece que entró por Francia e irrumpió desde el norte y levante peninsular, llegando así a Almería y siendo el ferrocarril su importante medio de transporte.


Los periódicos de la época en Almería publicaban las informaciones que les iban llegando relativas a la gripe, y así ya en septiembre y en el inicio de la segunda ola, uno de ellos emitía una circular del ministro de la Gobernación que pedía que se “evitaran en lo posible” las aglomeraciones en los pueblos y “aquellas localidades que no reúnan las debidas condiciones” retrasaran sus fiestas y ferias para evitar que se iniciaran casos de gripe.


Además, tal era la preocupación, que el periódico ‘El Día’ relataba el 29 de septiembre que aunque no querían que se le tratara de periódico “alarmista”, querían poner de relieve la “miseria ambiente que aqueja al pueblo de Almería” por los “ataques de la funesta gripe que suponen una miseria fatal y hasta una muerte casi segura”, y así pedir más medidas y urgentes a las autoridades de la época.


Aunque oficialmente en Almería no se declaró la pandemia hasta el 11 de octubre, el día 8 se celebró una sesión extraordinaria de la Junta provincial de Sanidad donde se adoptó proponer al Gobernador la declaración oficial de la epidemia de gripe en Almería, además del cierre de los locales donde tienen lugar los espectáculos públicos. Ya el 11 de octubre fue cuando se declaró oficialmente “ante la avalancha de contagios que ya no obedecían patrones geográficos”, como se recoge en ‘Anatomía de una crisis. Almería 1918, el año de la gripe’, una publicación de Donato y M.ª José Gómez Díaz.


La provincia de Almería fue una de las más castigadas por la gripe española, y solo superada por Burgos durante la segunda ola, en unos años difíciles para los almerienses que tuvieron que hacer frente a una pandemia en un contexto que vino marcado por una profunda crisis económica y de agitación social. Así contaron y relataron cómo fueron estos tiempos donde también había mascarillas pero de tela, sin ser efectivas como las de hace unos años, y así se lo ha tratado de transmitir y acercar un servidor.


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