Berja

Los Humarrachos iluminan la noche en Berja por San Tesifón

Los virgitanos volvieron a reunirse alrededor de las hogueras por su patrón dos años después

Francisco G. Luque
10:16 • 01 abr. 2022 / actualizado a las 11:32 • 01 abr. 2022

Después de dos años de espera, por culpa de la pandemia de COVID-19, los vecinos de Berja volvieron a celebrar este jueves una de sus fiestas populares con más arraigo, una tradición centenaria en honor al patrón del pueblo, San Tesifón, cita que se conoce como la noche en la que hace la "quema de las barbas al santo" y a la que llaman en la localidad del Poniente almeriense como Los Humarrachos



Virgitanos y visitantes disfrutaron de una noche que quedó iluminada, desde cada barrio virgitano, por un total de once hogueras junto a la que todos degustaron habas y tocino, mientras se brindó con vino al ritmo de la música de la tuna universitaria, que pasó por todos los puntos en los que se encendieron los fuegos, que fueron prendidos a partir de las 21:00 horas.



Las hogueras fueron las de la Biblioteca Municipal Taller Poex (Rambla Buenos Aires), Las Eras (Cerro San Roque, junto al Tanatorio), Teatro (Solar de Sebastián), Rigualte (Solar intersección Barranquillo), Barrio de Alcaudique (Eras de los Oliveros-Cuesta de la Fuente), Barranquillo (Solar junto a viviendas), Barrio de Benejí (Rambla Hipólito, junto a la Iglesia), San Roque (Recinto Ferial), Plaza de Toros (aparcamiento del campo de fútbol), Barrio de Peñarrodada (Rambla junto a la Iglesia) y, como final de las líneas, Castala (terrera del Barrio Alto).



Fue una noche de reencuentro con lo tradicional, de alegría y unión por parte de los virgitanos. Hubo música, gastronomía, un ambiente familiar en prácticamente todos los barrios de Berja, municipio que se iluminó con el acogedor fuego por su patrón después de dos años que se han hecho eternos para los amantes de esta tradición virgitana.



Desde el año 1596



Esta cita festiva en Berja tiene su origen en el voto de los virgitanos a San Tesifón, su patrón. En el año 1596, los vecinos se comprometieron a rezar una parte del rosario y ayunar la víspera de la fiesta si los libraba de la plaga de niebla y grajas que les azotaba en aquella época. Dicho problema desaparecería y desde entonces se encienden las hogueras la noche antes al día de San Tesifón, que es el 1 de abril, para tener la protección divina en el pueblo y librarlo de todo mal y enfermedad.





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