Pillan a dos roqueteros robando cáñamo industrial en Albuñol

La Guardia Civil ha detenido a dos jóvenes de 25 años de edad y vecinos de la localidad almeriense de Roquetas de Mar, tras ser sorprendidos por los agentes en un invernadero en término municipal de Albuñol con sacos de cáñamo industrial.

Según ha informado en un comunicado, desde julio se han perpetrado varios robos de cáñamo industrial en invernaderos autorizados del municipio, por lo que la Guardia Civil ha intensificado la vigilancia en estos invernaderos para evitar que se produzcan más asaltos y ha estrechado la colaboración con los guardas rurales de campo contratados por los propietarios de estas plantaciones de cáñamo industrial.

Vigilancia

La patrulla de la Guardia Civil de Albuñol vigilaba durante la madrugada del pasado viernes uno de estos invernaderos cuando los agentes vieron dentro a varias personas por lo que accedieron al invernadero y sorprendieron a dos jóvenes con sendos sacos cargados de plantas de cáñamo industrial.

Los dos intentaron huir, pero fueron interceptados y detenidos, uno de ellos después de que sufriera una caída y se fracturara el tobillo de la pierna derecha. Ambos detenidos han sido puestos a disposición del juzgado de guardia de Motril como presuntos autores de un delito de robo con fuerza en las cosas.

Otra detención

Estas dos no han sido las únicas detenciones, ya que el 9 de septiembre la Guardia Civil, en colaboración con los guardas rurales de campo de la zona, detuvo a cinco individuos que fueron sorprendidos robando cáñamo industrial en un invernadero del paraje Vista Alegre del término municipal de Albuñol. En aquella ocasión los agentes recuperaron treinta y ocho kilos de cáñamo.

De igual forma, la Guardia Civil de Almería, en una reciente actuación, procedió a la detención de dos varones de 53 y 20 años, como presuntos autores de 6 delitos contra el patrimonio y de los delitos de robo de vehículo a motor, desobediencia y resistencia a la autoridad y contra la seguridad del tráfico. Los hechos se produjeron en un invernadero de Níjar, donde el propietario sorprendió a los autores trasportando la mercancía hasta un camión.