Una veratense gana una beca de Amancio Ortega

Ana Hernández Salas ha visto cumplido uno de sus sueños: vivir la experiencia de un año escolar en Estados Unidos, asistiendo a una escuela superior (High School), un centro donde se imparten los últimos cursos de enseñanza preuniversitaria.

Ana, de quince años y alumna del Instituto El Palmeral de Vera, es la única almeriense-  que haya transcedido-  junto a Ainhoa Ruiz del Instituto Santo Domingo de El Ejido, que ha superado todas las pruebas para conseguir  ser beneficiaria de una de las 600 becas concedidas por la Fundación Amancio Ortega, entre 10.000 aspirantes de toda España. Se trata de una iniciativa puesta en marcha por la entidad social que preside el empresario gallego creador de Zara y otras marcas del sector de la moda,  que tiene por objeto que destacados alumnos españoles de secundaria reciban formación en un centro norteamericano y compartir experiencia en otros ámbitos académicos. Ana estudia cuarto de ESO en un instituto emblemático en el Levante almeriense, donde han cursado estudios alumnos de la comarca.

Ana destaca en idiomas y es aficionada a la lectura y toca varios instrumentos musicales. La carrera para conseguir esta beca realizó un examen escrito en Murcia y una vez superada esta prueba, tuvo el test de aptitud definitivo  a través de un examen mediante videoconferencia. Asegura que “la competencia ha sido dura, ya que en la edición de este año los candidatos superaban la cifra de 10.000 para 600 elegidos, de los que 100 son exclusivamente para Galicia y 500 para el resto de España. 

Ana no sabe aún la ciudad norteamericana ni el Estado en el que cursará el próximo curso. En estos día está manteniendo reuniones informativas, junto a su familia, con los coordinadores del proyecto, preparando la documentación necesaria que solicitan desde la empresa.

La veratense, agraciada con este singular premio fruto de su esfuerzo y talento, partirá este verano a Estados Unidos dispuesta a vivir y disfrutar de su experiencia norteamericana gracias a la labor de esta Fundación presidida por uno de los hombres más ricos del mundo, que empezó  vendiendo batas de boatiné.