Huércal-Overa

Carrera para unir nudismo y textil

La cuarta edición se celebra para animar y profesionalizar el trazado en la zona naturista

Los corredores realizaron un recorrido de 3,3 kilómetros por la urbanización naturista de Vera.
Los corredores realizaron un recorrido de 3,3 kilómetros por la urbanización naturista de Vera.
Josefina Guerrero
23:22 • 22 jul. 2017

Con la intención de captar al bañista textil, este año la ya tradicional carrera nudista de Vera Playa ha conseguido aunar dos formas de entender la vida, la naturista y el deporte.




Esa conjunción llevó precisamente a Luis Pérez a iniciar esta carrera hace ya cuatro ediciones, convencido de que será un evento deportivo más en la agenda provincial una vez que se profesionalice.




“Nos gustaría que la gente pueda disfrutar de la actividad deportiva con el nudismo, por eso invitamos a que prueben a correr desnudos”, indicaba Pérez.




Participantes
El evento se ha convertido en un punto de encuentro de familias que se conocen del veraneo, aunque sólo una treintena de participantes, entre ellos  una mujer, fueron los que se desplazaron hasta la línea de meta.




Así, aunque la convocatoria ya se inició a través de las redes sociales en el mes de mayo, las inscripciones no superaron el número que se había registrado en ediciones anteriores y, por ello, se prefirió dejar para una nueva edición el recorrido anunciado de 6,6 kilómetros por la urbanización naturista de Vera. Sólo se corrió una vuelta y en menos de 15 minutos los primeros corredores ya llegaban a la meta instalada en la avenida Ciudad de Castellón.




Respeto
El objetivo de esta iniciativa es dar a conocer la convivencia y respeto real entre bañistas textiles y nudistas que existe en las playas de Vera. Sólo existen unos pocos escollos que resolver, aisladas situaciones de ataques, la poca flexibilidad de administraciones colindantes y algunas multas que han sufrido bañistas naturistas en la zona de Quitapellejos que no pertenece a Vera.  Para los habituales del naturismo, sólo puede tratarse de situaciones que reflejan el desconocimiento de la vida en las urbanizaciones FKK.




“Mayoritariamente es un turismo familiar, de segunda vivienda y de gente que año tras año alquila sus apartamentos. Gente que vuelve una temporada y otra”, indica Luis Pérez, gerente del chiringuito Puntonat.




Es la principal reivindicación de los muchos turistas que se congregaron, exponer que la idea “contra el naturismo” no está fundamentada, “es un turismo familiar”, indicaba un bañista francés que ve en esta forma de vida un modelo de libertad y convivencia con muchas personas, españolas y extranjeras, que viven con naturalidad su desnudez, también en el deporte.



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