Hark Mármoles deja a los trabajadores en la calle a dos grados bajo cero

Los trabajadores de la empresa ‘Hark Mármoles’ sigue en la calle. Pese al compromiso del nuevo administrador de la empresa de abrir “a pleno rendimiento” el “lunes o martes” de esta semana, la realidad es que las puertas de la nave situada en el Polígono Industrial Rubira Sola siguen cerradas.

Los 34 empleados tenían previsto regresar al trabajo tras las vacaciones navideñas aunque se encontraron con la nave de la empresa de mármoles y chimeneas cerrada. Desde entonces los empleados se reúnen desde primera hora de la mañana cada día a las puertas de la empresa para evitar que el administrador “nos pueda despedir de forma procedente, sin indemnizaciones”.

Sospechan los empleados que el cierre sin comunicación oficial de la empresa se ha producido, entre otras cuestiones, para impedir que acudan a trabajar y poder justificar “un despido procedente” por parte del nuevo administrador quien, según los trabajadores, se hizo con la empresa “por un euro” el pasado verano con el encargo de “cerrarla”.

Con la llegada de la ola de frío polar la situación es extrema. Esta mañana de miércoles, por ejemplo, los trabajadores se han reunido con una temperatura de dos grados bajo cero en torno a una fogata. Los vecinos ayudan en la medida de su posibilidades a los empleados proporcionándoles “madera y otros materiales” e incluso cuentan que “un vecino nos ha dado veinte euros para que nos compremos alguna bebida y mantener el calor”. Todo para que el fuego que les calienta no se apague al mismo ritmo que lo hacen sus esperanzas de encontrar una solución.