Pequeño terremoto

Marta Rodríguez
09:00 • 22 nov. 2016

Como ese terremoto que arrasa tu interior pero que resulta imperceptible al resto del mundo. O quizá apenas perceptible en una finísima capa que recubre tu mirada y le da cierto brillo. Brillo que no son más que lágrimas bien extendidas, como camisas planchadas a conciencia. Como el último muro antes de franquear un abismo hasta ahora inexpugnable.



Como vivir eso que llevas siglos esperando y ahora que llega no quieres moverte, y lo haces despacio, muy despacio, para retener cada detalle y que ese momento no pase nunca. Jamás. E intentas atraparlo en vano. Como se intenta atrapar el océano. Los rayos de luz. La brisa del mar. Las noches estrelladas. El primer beso.



Así es ver a Xoel López en concierto.



El viernes por la noche, en el Teatro Apolo, Xoel López ofreció uno de esos conciertos íntimos e irrepetibles que escriben la crónica musical de una ciudad. Pequeño. Delgado. Solo. Sin apenas moverse. El coruñés repasó los temas que lo han convertido en un compositor con voz propia. Temas que hablan de todos, pero que sobre todo hablan de ti y de mí. Del amor, del desamor y del amor de nuevo. De una historia que empezó con Elephant Band y Lovely Luna, siguió con Deluxe y, tras la aventura latinoamericana, fue simplemente él. En solitario. Como el viernes. Sin más acompañamiento que la guitarra que iba cambiando. El piano, en un par de ocasiones. La armónica, a menudo. El ukelele, una vez. Y una pandereta en la zapatilla, todo el rato.



Patagonia, Antídoto, Tendremos que esperar, Todo lo que merezcas y De piedras y arena mojada desbordaron autenticidad en un teatro lleno como pocas veces. Y entre tanta magia, dos momentos para encapsular y que nos acompañen a través de los tiempos: Caracoles a dos voces con Antonio -parte de su banda- y, sobre todo, The Boxer y su transición a Tierra en un agujero negro imposible con el que Xoel quiso estar en dos sitios a la vez, junto a Paul Simon -el artista con el que más se identifica- que esa noche actuaba en Madrid y en el Teatro Apolo de Almería. Donde estaba. Y donde no podía dar más de sí.



Antes de que todo eso sucediese. Mucho antes de que el cantante pusiese al público en pie y le invitase a entregarse al fin de fiesta. Antes incluso de quedar huérfanos de vuelta a casa cuando dejó de cantar, y de contar, nuestra historia, López se enfrentó a la entrevista del bloguero Manuel García Alcázar, el Erizo Albino, que nos permitió descubrir curiosidades como su paso por Lluvia de estrellas y alguna intimidad como lo mucho que le ha cambiado la vida ser padre.



Por todo ello, larga vida a Palabra de músico, un formato donde si algo sobra es magia.





Palabra de músico es un formato creado por Kuver Producciones para el Ayuntamiento de Almería.


Temas relacionados

para ti

en destaque