Colas por Fray Leopoldo de Alpandeire en San Antón

Almería veneró a la imagen en la ermita de San Antón

Álvaro Hernández
20:05 • 10 feb. 2024

Francisco Tomás de San Juan Bautista Márquez Sánchez, fraile capuchino como Fray Leopoldo de Alpandeire, es uno de los nombres más ligados a la devoción popular actual en Andalucía y gran parte de España. El sepulcro de este beato recibe cientos de visitas a diario en pleno centro de Granada, especialmente los días 9 de cada más y todavía con más fuerza el día 9 de febrero, día en el que se celebra la festividad de este fraile conocido por su dedicación a los más necesitados. Pero no es algo que se circunscriba solo a Granada. 



Este 9 de febrero, Almería también celebraba la festividad de Fray Leopoldo de Alpandeire en uno de los barrios más castizos de la ciudad. En concreto, la ermita de San Antón, a los pies de la Alcazaba, fue el escenario de una especial misa y de una veneración que, durante todo el día, llevó a cientos de almerienses hasta la imagen del beato que se venera habitualmente a solo unos pocos metros, en la parroquia de San Juan Evangelista.



El Grupo Parroquial de Nuestra Madre, la Divina Pastora de las Almas y Beato Fray Leopoldo de Alpandeire organizaba un año más los cultos dedicados al beato, aunque cambiando esta vez de escenario, lo que permitió ver colas en la pequeña ermita.



La jornada arrancaba a las 10 horas de la mañana, cuando daba inicio la veneración a la imagen del beato, que había sido trasladado previamente a la ermita. Hasta las 13.30 horas y más tarde desde las 16 horas, fueron muchos los vecinos del barrio y devotos de otros puntos de la ciudad los que se desplazaron hasta la ermita de San Antón. Allí, junto a la imagen del beato, se encontraban los tradicionales panes de los pobres ligados tradicionalmente al fraile que ejerció la mayor parte de su actividad en Granada. 



Ya por la tarde, a las 18 horas, se celebraba la misa en honor al titular de este grupo parroquial de profundas raíces capuchinas (de ahí que su titular mariana sea la Divina Pastora de las Almas, venerada también en la iglesia parroquial de San Juan Evangelista). 



De esta forma, tradición y devoción se dieron la mano en el almeriense barrio del Reducto, junto a la Alcazaba, donde Almería rindió culto en el 9 de febrero al beato de los pobres, Fray Leopoldo de Alpandeire. 





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