La Cámara trabaja para no tener que vender el Palacio de Congresos

La institución quiere garantizar su viabilidad priorizando el mantenimiento de la propiedad

El Palacio de Exposiciones y Congresos ha acogido decenas de ferias y eventos en los últimos veinte años.
El Palacio de Exposiciones y Congresos ha acogido decenas de ferias y eventos en los últimos veinte años.
Manuel León
23:41 • 27 sept. 2023

La Cámara de Comercio lleva años en la encrucijada de qué hacer en el futuro con el Palacio de Exposiciones de Aguadulce, su joya de la corona y el único de Andalucía que es de propiedad y gestión privada; la Cámara, presidida por Jerónimo Parra, tiene ante sí el reto -un hercúleo reto- de conservar la propiedad y al mismo tiempo hacer de ese galeón varado bajo la sierra de Gádor una infraestructura rentable cuyos gastos fijos no lastimen su cuenta de resultados tras el varapalo sufrido al suprimir el Gobierno la obligatoriedad de pagar las empresas las cuotas camerales hace ahora una diez años. 



Eran los tiempos de Diego Martínez Cano al frente de la institución de la Avenida del Cabo de Gata y el presidente macaelero tuvo  que readaptar todo el andamiaje de esa institución más que centenaria haciendo adelgazar la plantilla e intentando poner en valor los bajos de la sede como vivero para jóvenes emprendedores en convenios con la Junta de Andalucía o en solitario.



El Palacio de Exposiciones y Congresos fue un hito para la institución y para la provincia de Almería y lo fue, además, que  la directiva de entonces, presidida por Paco Cosentino, consiguiera 500 millones de las antiguas pesetas como ayuda de la Junta de Andalucía. Por eso, nadie de los veteranos presidentes como Picón, Flores o el propio rey Midas del Silestone quiere oír hablar de enajenar un patrimonio imperial como es el Palacio con más de 20.000 metros de superficie útil.



Las ferias, la principal fuente de ingresos del Palacio, es un negocio fluctuante como la Bolsa de Valores y depende de la coyuntura económica del país y de la provincia. 



Atrás quedaron los buenos tiempos de la Expo Agro, en parte recuperados con Infoagro Exhibition, además de otras citas feriales  intermitentes relacionadas con el motor, con la maquinaria agrícolas, con las bodas o con los videojuegos. En este último capítulo llevar un tiempo trabajando la Cámara de Comercio para hacer del Palacio unos estudios de cine para el rodaje de películas y series, pero el camino es tortuoso.



Asegura la Cámara que la oferta del fondo de inversión de Urban y otras que han ido llegando en los últimos tiempos han sido valorada, alguna por el Pleno de 35 miembros, y descartadas de inmediato: “El Palacio es un activo patrimonial clave para la Cámara y la prioridad es asegurar su viabilidad manteniendo la propiedad”, aseguran desde la Avenida Cabo de Gata. Pero todo tiene un precio: quizá  por x no, pero por x+10, quizá sí. Pero, por ahora, son solo conjeturas. El Palacio, inaugurado hace 20 años, costó 11,5 millones de euros.  Cuánto valdría hoy. Nadie se ha atrevido a tasarlo, pero desde Urban hablaban de una inversión de 15 millones de euros. 



La Cámara no  estudia -a día de hoy- ninguna oferta de las presentadas. Todas las ha rechazado. Pero, ¿y mañana?  



Desde la institución se exploran líneas de colaboración con entidades privadas o acuerdos público-privados para la explotación de las instalaciones, al menos desde 2015, pero no ha cuajado ninguna. Y los gastos fijos siguen ahí por más de 100.000 euros anuales, como el dinosaurio de Monterroso. 


Gabriel Amat no quiere entrar en liza

Desde hace tiempo ,uno de los anhelos prioritarias de la Cámara para garantizar la viabilidad del Palacio es establecer una alianza con el Ayuntamiento de Roquetas para una explotación conjunta y reparto de gastos de las inmensas instalaciones, con un salón de actos donde caben casi mil personas.  Pero, el alcalde roquetero, Gabriel Amat, no ha querido pasar por el aro, a pesar de que Martínez Cano y Parra, le han ofrecido posibilidades para organizar actividades de promoción turística y de hostelería. En cualquier caso, aunque las expectativas no sean las más halagüeñas, el Palacio de Congresos vale su peso en oro, no hay ninguna instalación de dimensiones tan ambiciosas en la provincia y su tutelaje por parte de la Cámara, entidad privada de derecho público, contribuye a que tenga claro el norte de unos usos razonables y acordes con el progreso de Almería.


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