Última parada de Feria. El tren se despide de la Estación Alegría

Última parada de Feria. El tren se despide de la Estación Alegría

Mónica León/ Marta Rubí
21:49 • 25 ago. 2013

El tren de la Feria partió en la noche del sábado desde la Estación Alegría con la promesa de volver dentro de un año con las calderas repletas. En el ferial de la Vega de Acá lo despidieron miles de almerienses que se resistían a bajarse del ferrocarril y por ello apuraron hasta altas horas de la madrugada lo que quedaba de viaje festivo de este 2013. 

Como billete llevaban la energía en sus pies y la sonrisa en sus rostros y dejaban fuera de sus equipajes los problemas y obligaciones del día a día. 

La caseta de LA VOZ, Radiolé y Guarapo fue de nuevo, en la última noche, la locomotora de este tren. Muchos de los asistentes habían estado ya y repetían por su inmejorable ambiente. Noches de Candela volvió a movilizar a mayores y pequeños con su directo, en la parte tradicional, y DJ Gilberto hizo que la terraza se llenara.


En el vagón
Fue una noche para relajarse, desquitarse y apurar hasta la última gota. Por eso, el vagón de las autoridades también se convirtió en un vagón familiar. El subdelegado de Gobierno, Andrés García Lorca, acudió con su mujer, Mª del Mar Fernández, y con uno de sus cuatro hijos, Andrés.

Juanjo Moreno, jefe de Comunicación de la U.D. Almería también estaba rodeado de un nutrido grupo de familiares y amigos que disfrutaban de la terraza. Algunas familias se encontraban por casualidad en el paso a nivel de las vías, el photocall de la caseta, como fue el caso de Carmen Mari Borbalán y su hija Raquel, a las que se sumarían después sus primos María del Mar y Jesús López.

Otros hacían de cicerones, ya que el que todavía quede una semana de agosto tras feria ha hecho que sean muchos visitantes los que hayan podido sumarse al convoy. Un ejemplo lo puso Jose, que ejerce de profesor de voleyplaya  en el Club Villa de Madrid y se trajo a su tierra natal a su equipo: Malu, Julio, Jon, Nora, Pablo, Cinthia, Paula, Pedro, Alfonso, Cristina y Edurne. “Aunque en Madrid no haya playa nos apañamos y hay buenos jugadores”, decía.

También hubo quien celebraba santo, cómo no, y cumpleaños, como Eva Martín, que acudió con su marido y su hija Gloria, de tres años.


El farolillo rojo
Profesionales de las hostelería pudieron escaparse en el último día de Feria, y en la caseta de LA VOZ también se vio al chef del Hotel Catedral Tony, con su equipo de cocineros y camareros, y a la plantilla del bar Scondite. También asistió Paco Valdivia, de Azabache Arte Floral, con sus amigos.

En la caseta se encontró con Alfredo Casas, que exprimía la noche su mujer Mari Carmen y el equipo de LA VOZ y la SER que ha iluminado con la información de la feria todos los hogares, como el farolillo rojo que anuncia el fin de paso del tren.







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