Una veintena de sanitarios sale de Almería en proyectos de cooperación

La pediatra Raquel Angulo, las ginecólogas Eva Robles y Silvia Morales y José Ángel Cuenca repiten

José ángel Cuenca, en Mozambique, Raquel Angulo con niños de Limu, Kenia.
José ángel Cuenca, en Mozambique, Raquel Angulo con niños de Limu, Kenia.
María Medina
14:31 • 04 oct. 2015

Una veintena de sanitarios almerienses dedican sus vacaciones a seguir ejerciendo su profesión de forma solidaria en diferentes proyectos de cooperación internacional. A día de hoy están en Nicaragua el cirujano, Benjamín Narbona, el anestesista, Paco Álamo, y la enfermera Eva Quesada,  de la Agencia Sanitaria de Poniente con la ONG Quesada Solidaria y ya han vuelto de vivir una experiencia similar dos ginecólogas del Hospital de Poniente y la pediatra Raquel Angulo González de Lara, que pasó dos meses en el Hospital Pediátrico de Lamu, en Kenia, con la ONG Fundación Pablo Hortsmann.




Raquel estudió Medicina para participar en proyectos solidarios y ya la residencia la hizo en el Sáhara. Con Médicos sin Fronteras vivió experiencias en India, el Cuerno de África (Somalia y Etiopía), donde conoció las hambrunas más severas y ahora ha vuelto de Kenia.




Desde hace tres años, esta granadina trabaja en la Unidad de Pediatría del Hospital de Poniente y ya no siempre puede participar en proyectos de Médicos sin Fronteras, pero lejos de dejar esa vena solidaria, continúa como cooperante en proyectos más breves en el tiempo como el que le llevó en octubre pasado a Lamu. Allí ha vivido una experiencia “más humana que sanitaria”, reconoce. Y es que, el Hospital Pediátrico (muy utilizado para formación en Medicina Tropical) al que ha ido está vinculado (físicamente) a un orfanato con cuyos pequeños ha sintonizado de manera muy especial.




“Quizá en otros proyectos me he sentido más útil como médico, que en éste último, pero sí he tratado muy de cerca con niños con historias terribles”, dice. De hecho, cuando regresó a Almería sentía haber dejado allí a los que ya sentía como “sus niños”. Con todo, disfrutó de una estancia que, si puede, repetirá.




Volver una y otra vez Repetir es el verbo que mejor conjugan los cooperantes sanitarios. Repitió también José Ángel Cuenca, un malagueño de 29 años, que este año termina la residencia de Medicina Tropical y Salud Internacional en el Hospital de Poniente y que en 2013 pasó algo más de un mes en Kenia, a donde viajó por su cuenta para formar parte de un equipo de sanitarios que con una unidad móvil atendían con pocos medios y muchas ganas a una población, mayoritariamente nómada. 




Repetir en África En octubre, Cuenca volvió a África. Esta vez a Mozambique y con una beca de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional. En Chowe, formó parte de un equipo de sanitarios amplio, entre los que había médicos españoles. Con un área hospitalaria y otra de consultas, aprendió a “desenvolverse sin pruebas diagnósticas”, pero, sobre todo, el aprendizaje llega en el ámbito personal. “La cooperación la pintan muy bonita y sí, pero es muy, muy dura”. Algo tendrá, porque volverá.




Y volver es lo que han hecho las ginecólogas Eva Robles y Silvia Morales que hace cinco años viajaron a Chad y este mes de julio participaron con la ONG REKKO en un proyecto de cooperación en Guatemala. Allí han visto una sociedad diferente, con un gran violencia hacia la mujer, pero también una sociedad muy agradecida, dice Robles, que es de El Ejido y tiene 44 años.  Con un ecógrafo portátil ella y Silvia, de 32 años, se han recorrido decenas de aldeas inmersas en la selva.





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