Mujeres latinas tienden su mano a otras migrantes desde Almería

Crean la organización Huellas Migrantes para asesorarlas y apoyarlas durante su inserción

Directiva de la organización Huellas Migrantes.
Directiva de la organización Huellas Migrantes. La Voz
Francisco G. Luque
15:12 • 18 abr. 2024

Según datos del INE, más de 70.500 extranjeras residen actualmente en Almería. Débora, abogada argentina, es una de esas mujeres que tuvo que dejar su país para buscar una vida mejor en España, más concretamente en una provincia almeriense desde la que ahora se presta a ayudar a otras migrantes para que su inserción en este país sea lo más fácil posible. Lo hará desde el proyecto solidario Huellas Migrantes, trabajando junto a Nohemy Saer, Yangelis López, Esther, María Eugenia Durán, Kenny, Paulina Rojas, Adriana López y Diurich, compañeras de Venezuela y de Colombia.



Esta organización, que se constituirá oficialmente como asociación, nace con el objetivo de brindar asesoramiento y apoyo a mujeres migrantes, refugiadas, solicitantes de asilo y a víctimas de violencia de género, siempre con el foco puesto en las mujeres que llegan desde otras partes del mundo. "Nosotras hemos transitado ese camino de la migración y sabemos lo complicado que es y por eso queremos facilitar las herramientas para que puedan tener una vida normal en este país que hemos elegido para vivir", afirma.



Las integrantes de Huellas Migrantes, todas de América del Sur, se conocieron en Cruz Roja, donde han trabajado con inmigrantes en situación de vulnerabilidad y son más que conscientes de las numerosas barreras burocráticas y sociales que suelen encontrarse las personas que dejan su tierra natal para marcharse a otros países: inserción laboral, tediosos trámites de extranjería, desinformación, estigmatización e incluso xenofobia. Es por ello que desde esta organización que ya comienza a germinar en Almería quieren mostrar y aportar su experiencia, tanto profesional como personal de cada una, tendiendo su mano a otras mujeres migrantes de cualquier parte del mundo.



Experiencias propias



"El proyecto lo propuso Nohemy (Venezuela), la presidenta, y nos convocó a algunas personas que consideró que podíamos llevarlo adelante", explica Débora, que creó en 2021 en Instagram el perfil 'Inmigrante Clase B', en el que mostraba cómo era el proceso de estar sin papeles en España, enseñando las "realidades no romantizadas del que emigra". Estuvo tres años y medio como irregular en España y recuerda, agradecida, que tuvo "muy buena recepción por parte de los españoles", aunque recalca que "hay otros colectivos migrantes que no la tuvieron".



Y ese es otro de los grandes objetivos de Huellas Migrantes, acabar con el estigma que hay sobre algunas nacionalidades y mostrar la realidad del inmigrante 'ilegal', que no es otra que la de "personas que vienen aquí a trabajar, a aportar capital humano y tener la calidad de vida que no teníamos en nuestros países". Hace hincapié en que "uno emigra normalmente porque quiere, pero es muy doloroso emigrar". Considera que "habría que articular otras herramientas", puesto que durante su trabajo 'en negro' "no aporté e hice uso de la salud pública. Y lo que yo más quería era tener papeles, mi nómina, aportar a este país. Dar lo que recibía".



A esta abogada, que trabaja como camarera en Almería, le encantaría "tener la calidad de vida que tengo en España cerca de la casa de mi familia. Pero pasé de vivir a cinco calles de mis padres a estar a 15.000 kilómetros y verlos cada cuatro años". Explica que "cuesta mucho integrarse desde la parte profesional. Hay muchas trabas burocráticas. Al emigrante médico le cuesta mucho revalidar su título. También para maestros o abogados las homologaciones tardan como dos años. Y es algo que puede aportar a España. Un profesional con otra formación, otras perspectivas sobre determinadas áreas. Esa inserción cuesta".



Más empatía con los migrantes

Y para eso, y mucho más, nace Huellas Migrantes. "Estamos tratando de ayudarles para insertarse legalmente. Entiendo que el español quiere que hagamos las cosas bien", dice Débora, que tiene un Máster en Trámites con Extranjería y aporta todos sus conocimientos, al igual que el resto de sus compañeras latinas, en esta organización que fomenta el empoderamiento y tiene previsto hacer talleres enfocados también a mujeres víctimas de violencia, explicando qué se debe hacer ante este tipo de episodios, dónde deben ir a denunciar y cómo hacer todo el proceso. También trabajarán con psicólogos que hablen sobre el conocido "duelo migratorio" y pondrán hincapié en generar otra conciencia en la ciudadanía española y generar más empatía con los migrantes.


Otro de sus frentes será luchar contra la desinformación. "Molesta. Dicen que el que llega cobra ayudas, le dan esto y lo otro. Yo viví la experiencia de la irregularidad y no recibí ninguna ayuda. Durante mucho tiempo estuve trabajando en negro. Esa desinformación genera que la gente que viene esté a expensas de todo y sea mucho más vulnerable. Es una brecha social. Aunque es evidente que hay un problema con la inmigración, por culpa de las mafias, No hay que instar al odio como hacen algunos partidos políticos", finaliza la vicepresidenta de Huellas Migrantes.


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