La comunidad musulmana de Almería pide un cementerio para sus difuntos

Denuncian que, Almería, la provincia con más musulmanes de Andalucía, no cuenta con ninguno

Imagen de archivo de lápidas del cementerio musulmán de Griñón, Madrid.
Imagen de archivo de lápidas del cementerio musulmán de Griñón, Madrid. Europa Press
Mohamed Ezzizaoui
20:02 • 10 feb. 2024

La creciente comunidad musulmana, compuesta ya por varias generaciones que han nacido y crecido en tierras almerienses, enfrenta un desafío significativo en cuanto a su último descanso. La ausencia de cementerios musulmanes en Almería se ha convertido en un dilema para aquellos que han arraigado sus vidas aquí y desean también encontrar su paz.



Estos musulmanes, ya sea de primera, segunda o tercera generación en Almería, o, en su caso, españoles practicantes del Islam, comparten un deseo común: ser enterrados en la provincia.



Almería lidera entre las provincias andaluzas con la mayor población musulmana, alcanzando los 133.158 seguidores del Islam. Esta comunidad, compuesta por 83.238 extranjeros y 49.920 ciudadanos españoles practicantes, sitúa a la provincia de Almería en la cima de la presencia musulmana en toda Andalucía.



Según la Unión de Comunidades Islámicas de España, existen actualmente 42 cementerios repartidos en 27 provincias de España. Esta situación deja a los practicantes musulmanes sin la posibilidad de enterrar a sus seres queridos acorde a sus ritos dentro de la provincia de Almería, obligándolos a desplazarse.



Mohammed Benaicha, presidente de la Asociación Alijlase, vicepresidente de la Comunidad Islámica Assuna de El Ejido y vecino de El Ejido, expresa a LA VOZ su decepción ante la falta de un cementerio musulmán en Almería: "Me duele mucho que no tengamos un cementerio municipal musulmán". Además, añade que El Ejido, el quinto municipio con más musulmanes a nivel nacional, debería contar con esta instalación. Benaicha también destaca la falta de respuesta del Ayuntamiento de El Ejido ante la solicitud de creación de un cementerio en 2020, con las masivas muertes causadas por la pandemia de la COVID-19.



"En El Ejido, los musulmanes tenemos una gran fuerza. Todos los que trabajamos aquí pagamos nuestros impuestos. El tercio del pueblo de El Ejido es musulmán", enfatiza Benaicha. Además, señala el deseo de su hijo, nacido en El Ejido, de que sus padres sean enterrados en Almería para poder visitarlos, siendo él español y construyendo ya su vida aquí.



Por su parte, Khalid Fakiri, secretario de la Comunidad Musulmana de Campohermoso, señala la motivación que tienen los musulmanes en Níjar por tener un cementerio religioso: "Estamos trabajando para tener un cementerio musulmán. Queremos reunirnos con el alcalde de Níjar para conseguir su apoyo con los requisitos administrativos", además, destaca que "no es una cuestión económica, sino burocrática".



Fakiri destaca la evolución de la problemática: "Ya no estamos hablando de extranjeros, estamos hablando de españoles que han nacido aquí y son musulmanes".


El Cónsul General del Reino de Marruecos en Almería, Abdelilah Nejjari, resalta la importancia emocional de tener un cementerio musulmán en la provincia: "La gente quiere enterrar aquí a sus familiares para estar cerca de ellos". Nejjari también hace hincapié en que la mejor convivencia e integración se logra proporcionando mejores condiciones a la comunidad musulmana.


Tal y como se publicó el pasado lunes en LA VOZ, el grupo municipal del PSOE de El Ejido anunció que "va a encabezar la iniciativa política para que el municipio ejidense pueda albergar en su término municipal un cementerio musulmán, que permita que los vecinos que profesan esta religión puedan recibir sepultura según sus ritos".


Los entierros musulmanes y el proceso funerario

Los representantes de las comunidades musulmanas en Almería, Benaicha y Fakiri, explican que, cuando un musulmán fallece, se lleva a cabo un proceso que implica el lavado del cuerpo, seguido del rezo correspondiente.


Posteriormente, se toma la decisión de repatriar el cuerpo a Marruecos o bien realizar el entierro en alguno de los cementerios musulmanes en España. Sin embargo, denuncian que en algunos casos se enfrentan a restricciones impuestas por los ayuntamientos, que exigen que el fallecido estuviera empadronado en el mismo municipio.


Según las enseñanzas islámicas, el entierro tradicional implica no utilizar ataúd. Por lo tanto, los difuntos suelen ser sepultados de costado, con su orientación hacia la Meca. Además, el Islam prohíbe la cremación, insistiendo en que el cuerpo debe ser sepultado directamente.


"El traslado de un cuerpo a Marruecos tiene un coste de 2.000 euros, mientras que enterrarlo en España puede ascender hasta los 4.000 euros", afirma Fakiri. La elección no se basa únicamente en consideraciones económicas, sino en el deseo de los familiares de mantener a sus seres queridos cerca, aseguran los miembros musulmanes, destacando que la mayoría prefieren que los restos de sus familiares descansen aquí.


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