Cae una organización criminal que traía inmigrantes a Almería

Una operación conjunta de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía

Agente de la Guardia Civil y de la Policía Nacional.
Agente de la Guardia Civil y de la Policía Nacional. La Voz
La Voz
18:39 • 26 ene. 2024

La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, en una operación conjunta desarrollada en la provincia de Almería a finales de 2023 bajo la denominación de ‘Operación Cabestrita’, han desarticulado una organización criminal compuesta por ciudadanos de diversas nacionalidades que se dedicaban a favorecer la inmigración irregular entre el Norte de África y España.



El pasado año, concretamente el 23 de octubre, se llevó a cabo una operación en la que se interceptó un desembarco de inmigrantes en una playa del poniente almeriense. Durante la operación, se logró localizar y asistir a 10 personas que habían viajado a bordo de la embarcación. El desembarco estaba diseñado mediante una operativa compleja que contaba con la participación coordinada de varios integrantes de la organización criminal, en la que incluían facilitadores en origen, patrones de la embarcación y colaboradores en territorio nacional cuyo objetivo era facilitar la introducción de los migrantes. Además, esta organización había establecido una estructura delictiva transnacional dedicada al tráfico de personas, llevando a cabo acciones concertadas para permitir la entrada de migrantes a través de puntos fronterizos no habilitados del litoral almeriense. Estos migrantes procedían del Norte de África y llegaban a través de la ruta migratoria argelina.



Mediante el análisis de las pesquisas practicadas, agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional lograron perfilar el entramado organizativo criminal, identificando a los individuos que lo integraban y desenmarañando la división de roles ejercidos por cada uno de ellos.



De un lado, contaban con un patrón de nacionalidad marroquí que ha sido detenido como supuesto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Esta persona fue quien dirigió la embarcación de alta velocidad (EAV), tipo semirrígida, desde Marruecos hasta las costas de Almería. Además, coordinó una operativa pactada que consistía en concertar un punto de encuentro próximo a la costa almeriense de Balerma, donde se realizaba el trasvase de los traficados a una segunda embarcación recreativa, la cual ha sido incautada. Al mismo tiempo, llevaba a cabo una actividad de “petaqueo” abasteciendo grandes cantidades de combustible y víveres en alta mar a la embarcación.



De otro lado, también participaban otros integrantes de un entramado criminal transnacional, quienes se encargaban de la segunda embarcación y de la actividad conocida como “petaqueo”. Este grupo operaba y estaba conformado localmente en la provincia de Almería y se encargaba de proporcionar la logística y cobertura necesaria para alcanzar sus objetivos.



Y, por último, ya en costa, existían otras personas que proporcionaban al grupo un apoyo directo en la línea de costa para su posterior traslado a otros puntos de la geografía española.



Las investigaciones han sido desarrolladas por el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería y la Brigada de Extranjería y Fronteras (UCRIF) de Almería que, además, han contado con el apoyo y colaboración de otras unidades territoriales.



Esta actuación ha supuesto un nuevo golpe para las organizaciones criminales que se dedican a favorecer la migración ilegal establecidas en España. Dando continuidad a la línea de trabajo realizado desde 2020 en la provincia de Almería, y en base a las actuaciones dentro del mismo ámbito, tanto la Guardia Civil como el Cuerpo de Policía Nacional han desarticulado numerosos grupos criminales y, en su conjunto, han detenido a personas de diversos perfiles, destacando especialmente a los patrones de embarcaciones.


Estas organizaciones son responsables de poner en riesgo la vida de miles de personas en sus peligrosas travesías sin proporcionar los elementos de seguridad mínimos y necesarios para realizarlas. Por ello, la jurisprudencial actual está condenando a los patrones de estas embarcaciones, a penas de hasta 7 años de prisión. Lamentablemente, son diversos los casos en los que estas travesías terminan en un fatal desenlace para la vida de las personas.


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