El pan nuestro

Madrugan más que el camión de La Goleta

Más buenos que el pan
Más buenos que el pan

Tony Fernández

Tony Fernández
07:03 • 02 ene. 2024 / actualizado a las 07:13 • 02 ene. 2024

Falta el pan de la Mediterránea, el de Malpica y otros que no recuerdo que vienen desde Alhama como ‘El Túnel’, creo recordar. En la capital se vende pan de Níjar o de Tabernas (que están muy buenos) y no faltan los que viajan a Granada y compran en Dólar o en Huéneja.



Una madrugada de cualquier día, que empieza a las diez de la noche para nuestros panaderos, acaba encima de la mesa. Todo está bien organizado y madrugando más que el camión de ‘La Goleta’ (repartiendo leche) que ya es decir, allí están las furgonetas llenas de productos que dejan un aroma por la calle inigualable. Son productos de Almería recién hechos.



Juan Gómez de la Panadería Del Rosal ha empezado el año con alegría.



Competencia



Cada uno va lo suyo y sus puntos de venta son sagrados. El pan nuestro es muy demandado y celebrado en esas tiendas de cercanía que suelen abrir a las 7 de la mañana, y si no están abiertas el saco de pan queda a sus puertas.



Panaderos como los Hidalgo de Huércal, los DICEL de Alhama, o desde Fiñana con Del Rosal y los productos de Pichote o los pasteles de La Hernández, hacen bueno eso de recién salidos del horno y llegan a nuestras mesas en una sana competencia; porque cada uno tiene su espacio en el mapa de la economía almeriense.



Aquí nadie viene a poner el pan barato porque no podemos tener queja los almerienses del precio que se estila en los comercios. Se respetan y mantienen las distancias en medio de una proximidad que los hace cruzarse por las calles ante la mirada de los más madrugadores.



Furgonetas

Tienen el mejor equipamiento en el obrador y dan una imagen de Primera División con su flota de vehículos. Los más veteranos al volante porque ya han salido de la zona del horno, donde el calor aprieta y los años no perdonan. Oyendo la radio y bien despiertos empiezan con la ruta y miran al vehículo que viene detrás y se dan cuenta que es otro panadero cargado de género para las tiendas. Toca vivir con la sana competencia. No les puedo asegurar si se saluda el de la furgoneta de Hidalgo con el de Pichote o si DICEL y Hernández se hablan entre ellos. Eso no importa ahora, porque son temas de empresa y no vaya a ser que subamos el pan si nos pasamos de la raya. me consta que Del Rosal los tiene contentos porque vean la cara de su repartidor.


Rosquillas y tortas Donde se ponga Pichote... es que tienen de todo en esa furgoneta aparcada en el Kiosko Luis Marín para echar un café. Desde sus famosas rosquillas de Alhama y de chocolate a los roscos de naranja y de anís, por no seguir con el repertorio. Desde la fábrica de Rioja, un alto en el camino oliendo a churros en la calle de Santiago con la furgoneta hasta los topes de género que esperan en los mejores supermercados de toda la provincia.


En este segmento de la rosquillas y del pan de aceite y las tortas de manteca y chicharrones ha ganado mucho terreno la empresa de Diego y Celia (DICEL), que desde la avenida del Mediterráneo despachan en su recién estrenada cafetería-tienda todo lo que la imaginación pueda alcanzar en repostería. Ellos empezaron en Alhama con las rosquillas y se mantienen fieles a la tradición, pero han ampliado el catálogo hasta el punto de contar con cuatro panaderos   a pleno rendimiento. Ellos son: Manolo, Pepe, Sebastián y Junior. Un equipo bien coordinado para abastecer a los clientes con un pan que abre el horno cada jornada antes de pasar a los productos de repostería y bollería que pasan directamente a la cafetería, para aquellos que hablan del kilómetro cero. En este caso son solo metros de distancia con una terraza para los que quieren echar un pitillo y saborear un café. 


Pastelería

Está escrito en la furgoneta de La Hernández ‘Dulces llenos de pasión’ y apunta las direcciones de los establecimientos en la capital para que nadie se pierda. Desde Cortijo Grande, San Juan Bosco, Avenida del Mediterráneo y Carretera de Ronda. Bien colocados estratégicamente para los chinitos, el bollo de chocolate, el pan griego y esos pasteles para los cumpleaños que no pueden faltar en nuestras mesas. Se han ganado su lugar en el mercado y sus furgonetas dan fe de la gran demanda del producto de calidad.


Elaboran todos el pan nuestro de cada día como dice la oración que Dios nos enseñó. Qué sería de nosotros sin nuestros panaderos que a las diez de la noche empiezan con la masa madre a elaborar un pan que no falte.


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