Mensajería, mafia china y los envíos de cogollos a Reino Unido

Plantación descubierta por la Guardia Civil. GC
Plantación descubierta por la Guardia Civil. GC
Javier Pajarón
22:47 • 12 mar. 2023

En mayo de 2020, en los peores momentos de la crisis sanitaria, con las calles desiertas y las fronteras cerradas, la Guardia Civil abrió una investigación sobre las actividades en una nave industrial en un pueblo de Albacete. Los agentes buscaban una plantación casera de marihuana y se toparon con la punta de un iceberg de narcotráfico con ramificaciones internacionales.



La nave fue alquilada por una pareja radicada en Murcia y contaba con un vigilante, un agricultor que vivía en condiciones míseras dentro de la instalación para proteger la mercancía. 



El matrimonio estaba en la cúpula de la organización y contaba con un lugarteniente, encargado de la logística, de los contactos, del transporte. El objetivo era conseguir una gran red de productores de marihuana capaces de exportar cargamentos hacia Francia, Reino Unido y Holanda y, para ello, la banda acudió a los dos lugares donde se cultivaba el mejor cannabis del país: Almería.



Según un investigación desarrollada por la Guardia Civil, confirmada ahora con las condenas de una sentencia dictada en la provincia de Albacete, el lugarteniente estableció en Almería una de sus plataformas. Querían extender sus proveedores por Andalucía y utilizar una empresa de paquetería para emitir envíos de marihuana hacia Reino Unido y otros clientes europeos.



La red era cada vez más grande y necesitaba intermediarios, entre ellos ciudadanos chinos. Las mafias asiáticas se han establecido en el mercado de la marihuana en España y, aunque minoritarias, hay antecedentes de arrestos en Almería. De hecho, en los registros efectuados en Torre Pacheco se hallaron pasaportes chinos, coreanos y vietnamitas.



En la operación iniciada en Albacete, los agentes de la Policía Judicial descubrieron conexiones para la exportación y también para la guarda del material en almacenes y naves donde se vendían otros productos legales. 



El 1 de septiembre de 2020, los agentes localizaron al lugarteniente con una caja con 6,5 kilos de marihuana entregada en una empresa de mensajería ubicada en la Avenida Carlos III de Roquetas de Mar. La mercancía debía entregarse en la ciudad inglesa de Birmingham.



El 12 de noviembre de 2020, la Guardia Civil interceptó otra caja de cartón con diez kilos de marihuana enviadas a través de una empresa de El Ejido. El destinatario era un chino domiciliado en la misma localidad.


Chinos, vietnamitas y coreanos

Los acusados utilizaban un entramado de almacenes y bazares para ocultar la droga y para facilitar su exportación. Usaban empresas de mensajería para llevar los paquetes hacia Reino Unido, Francia y los Países Bajos y trataban de borrar el rastro de los remitentes y destinatarios. Para ello recurrieron a nombres falsos y documentación de ciudadanos países asiáticos como Vietnam, China o Corea del Sur. Según la investigación de la Guardia Civil, en los registros se descubrieron pasaportes y otros documentos personales presuntamente utilizados para ocultar la actividades ilegales. El seguimiento de los sospechosos resultaba también más difícil para los agentes. 



Reino Unido

La Benemérita detectó indicios de otros dos envíos realizados en esas fechas hacia los Países Bajos, unos 20 kilos de cogollos de marihuana entre ambos paquetes emitidos desde una empresa de El Ejido. 


Además, en el mes de octubre se detectaron otros tres paquetes sospechosos en el Aeropuerto de Vitoria.  Los envíos se realizaron desde la provincia de Almería, iban a ser recogidos también en Birmingham y sus destinatarios eran tres supuestos ciudadanos chinos. En su interior se ocultaba 15 kilos de marihuana.


La operación se saldó con diez detenidos, entre ellos la pareja acusada de coordinar la trama de cultivo y exportación de cannabis. Él ha sido condenado a ocho años y 11 meses de prisión por la comisión de delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal, defraudación de fluido eléctrico y conducción sin permiso. Ella ha sido condenada ocho años y medio de cárcel. 


En la operación participaron también agentes de Vigilancia Aduanera y miembros de las fuerzas de seguridad en Almería, Alicante, Murcia y Albacete. El tribunal destaca “el incesante trasiego” del lugarteniente y “las constantes visitas a empresas de mensajería” de la provincia de Almería.


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