Los nuevos fosos de tiro de la Legión desde dentro

Componentes de la VIII Bandera Colón se aproximan lentamente al recinto. Cubren la posición a su alrededor y colocan una pequeña carga explosiva sobre la puerta. Luego corren para refugiarse de la detonación, que retumba en el campo de maniobras Álvarez de Sotomayor, y preparan el asalto a la vivienda simulada sobre la tierra ocre.

El ejercicio pertenece al plan de adiestramiento de las unidades del Tercio Don Juan de Austria y se desarrollan en los nuevos fosos de tiro levantados por la Brigada de la Legión. Las instalaciones fueron construidas por miembros de la Bandera de Zapadores y suponen un avance en las posibilidades de entrenamiento para los militares almerienses. Su diseño permite probar incursiones en zonas urbanizadas con mayores garantías de seguridad, gracias a paneles traslucidos y una visión de 180 grados.

Los fosos se pusieron en marcha en el mes de enero. Durante el primer trimestre los cuadros de mando legionarios han llevado a cabo la formación necesaria para conocer de primera mano los escenarios urbanos que se pueden montar, desde el diseño básico de una habitación hasta la configuración de un verdadero entramado, semejante a una edificación completa.
La complejidad puede ir aumentándose conforme el nivel de instrucción va avanzando. De hecho, la VIII Bandera Colón de la Legión ha desarrollado ejercicios recientes con configuraciones distintas, a través de estos paneles.

El campo de maniobras Álvarez de Sotomayor dispone también de dos polígonos urbanos, uno de ellos con un complejo subterráneo y un tercero en construcción, que se espera que entre en servicio próximamente. En ellos, los legionarios ponen en práctica sus procedimientos de entrada en edificaciones, movimiento por calles o apertura de puertas y muros, para luego desarrollarlos con fuego real en los fosos de tiro, de ahí la importancia de esta instalación.