“Almería no está lejos de Sevilla. Es Sevilla la que está lejos de Almería”

Entrevista a los líderes andaluces de IU y Podemos, Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez

Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez, fotografiados esta semana en la Sala de Juntas de La Voz de Almería.
Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez, fotografiados esta semana en la Sala de Juntas de La Voz de Almería. Juan Sánchez
Simón Ruiz
21:57 • 30 sept. 2018

Desde hace unos días, Maíllo y Rodríguez recorren la comunidad de punta a punta. Desde Ayamonte hasta Pulpí, ambos líderes trabajan para que la confluencia de izquierdas adelante al PSOE de Susana Díaz.



¿Qué les ha traído por Almería?
Teresa Rodríguez: Hemos puesto en marcha la ruta ‘Vamos a darle la vuelta a Andalucía’ que trata de poner en valor experiencias de buenas prácticas que vislumbren que Andalucía puede funcionar de distinta forma. En el caso de Almería, hemos estado con pescadores artesanales del Cabo de Gata apoyando una iniciativa de promoción del pescado de cercanía, de kilómetro cero, de especies que no suelen estar en los restaurantes pero que tienen una gran calidad. Una manera de apoyarles sería incorporar esas especies pesqueras a los comedores escolares.

¿No habrán venido en realidad a pescar votos?
Antonio Maíllo: No. Ahora lo que toca es construir propuestas. Nosotros descubrimos que la Administración andaluza tiene un discurso de promoción de lo público, pero está privatizando casi hasta el aire en la comunidad.




Vinimos a hacer diagnóstico, ahora venimos a recoger propuestas y a interpelar a la sociedad almeriense para un cambio en Andalucía, para una Andalucía nueva frente a un agotamiento del modelo político y yo diría que casi un agotamiento biológico del PSOE en Andalucía. Hay amplios sectores de Almería que se encuentran ilusionados con este proyecto y se adhieren a esta elaboración colectiva del programa de ‘Adelante Andalucía’. Hemos empezado con muy buenos andares.

Con la ruta ‘Vamos a darle la vuelta a Andalucía’, ¿se han convertido Antonio Maíllo y Teresa Rodríguez en un matrimonio de conveniencia o en algo más?
Teresa Rodríguez: Lo hemos dicho muchas veces, somos una pareja abierta, una pareja de hecho que aspira a relacionarse con mucha más gente, que aspira a abrir un nuevo espacio entre los dos poniendo a disposición el patrimonio de ambas organizaciones, de IU y Podemos, para generar un nuevo sujeto andaluz al que se pueden incorporar gente que proceda de las dos organizaciones, de las cuatro que conforman ‘Adelante Andalucía’ o personas a título individual. Se trata de asumir el reto histórico de ser alternativa al susanismo en Andalucía sin pasar por las derechas.

¿Qué le queda de vida política al susanismo?
Antonio Maíllo: El único objetivo estratégico que tiene es mantenerse en el poder. Le queda poco al susanismo porque el esquema mental en el que se ha movido ha sido superado por la realidad. Susana Díaz teorizó que había que dejar gobernar a Mariano Rajoy en el Gobierno de España, Rajoy ya está superado por la historia, y exteriorizó que el aliado preferente del PSOE tenía que ser Ciudadanos, que está compitiendo por ver quién es más de derechas con el Partido Popular. Por tanto, en términos políticos el susanismo ya está superado. El reto tiene que ser convertirlo en una superación en términos electorales y en una necesidad: frente a un agotamiento del modelo, la necesidad de construir una alternativa. Aquí no basta con hacer un diagnóstico y señalar las insuficiencias de un gobierno, es necesario construir una alternativa, y hay que construirla ante un PSOE que está muy articulado, de un gobierno solvente, participado, con una voluntad de realización y un objetivo para el que nos hemos conjurado: mejorar las condiciones de vida de la mayoría social.

Se presenta, pues, la confluencia con el convencimiento de que pueden gobernar la Junta de Andalucía dentro de unos meses.
Teresa Rodríguez: Esa, evidentemente, es la aspiración. Fíjese cuáles son las otras posibilidades.

No se presentan para ser muleta del PSOE o socio de gobierno en la Junta.
Teresa Rodríguez: No. Entramos en un periodo y hay un cambio de tendencia en el que se acabó el bipartidismo definitivamente. Hay una especie de empate a cuatro entre los partidos andaluces que se va moviendo según las encuestas. Esa es la tendencia, de un sistema cuatripartidista.




Habrá que ejercitar mucho el músculo de la política, del debate de verdad, de dejarse las chuminadas del politiqueo y empezar a hablar de alternativa y de ilusión. Ni vamos a promover ni a permitir que la aparición de ‘Adelante Andalucía’ y su crecimiento suponga una oportunidad para las derechas. Eso lo tenemos clarísimo. Sería pasar de Guatemala a Guatepeor. Pero tampoco vamos a ser un balón de oxígeno a largo plazo para un gobierno que ha convertido el ejercicio del poder en un tejido de redes clientelares y en un lastre para el desarrollo de Andalucía.

Viendo los telediarios nacionales, da la sensación de que solo se habla de la Faffe o del juicio de los ERE al transmitir noticias de Andalucía.
Antonio Maíllo: Es la expresión de una impunidad. El caso de los ERE es el caso de un sentimiento de impunidad, es decir, de un gobierno que se siente con tanto poder que asume con normalidad la existencia de anomalías a conciencia.




En el fondo, la impugnación a la experiencia de corrupción con los casos de los ERE y la Faffe es la impugnación a un modelo de gobierno del que se han sentido absolutamente impunes. Eso ya no se puede dar.




Los mecanismos de control que se producen cuando se rompen las mayorías absolutas determinan que es muy complicado que se repitan esos casos. El PSOE ya no tiene la fuerza electoral que tuvo en su momento. Y comparto una frase que ha dicho Teresa: la relación del Gobierno de Susana Díaz con el administrado es un obstáculo y un lastre para el desarrollo de Andalucía. Han convertido los derechos en favores.




Por su parte, el Partido Popular, donde ha gobernado, ha instalado las mismas redes clientelares. Mire Galicia o Valencia.

¿Y cómo se combate la corrupción?
Teresa Rodríguez: Hay un antídoto: la profesionalización de la Administración. La Administración tiene que funcionar conforme a las leyes y ser profesional. No tiene que haber vasos comunicantes con los partidos. Hay otra vacuna: el empoderamiento de la ciudadanía. Los consejos de participación tienen que funcionar de verdad. Antes los directores de colegios los elegía la comunidad educativa y se votaba, ahora los elige la Junta.

Mantiene el coordinador andaluz de IU que en la Junta los derechos sociales de la ciudadanía se han convertido en favores. Sin embargo, es rara la semana en la que Susana Díaz no anuncia medidas de carácter social por parte de su gobierno.
Antonio Maíllo: Eso es falso. Susana Díaz es el vacío de gestión convertido en propaganda agitadora permanente. La realidad la desmiente de forma cotidiana. Amplios sectores profesionales y de servicios públicos están indignados con Díaz por sus mensajes que no se corresponden con la realidad.




La gran debilidad del Gobierno de Susana Díaz es su incompetencia en el ejercicio de su trabajo y su ralentización de propuestas de leyes. Hay ejemplos como las ayudas de la renta mínima que se retrasen o los agujereos en la sanidad pública con desvío de fondos a la privada.

En Granada tuvieron que cambiar el modelo de gestión hospitalaria.
Antonio Maíllo: No se pueden hacer cambios estratégicos en el modelo de gestión sin la participación y el concurso de la ciudadanía, como decía Teresa. Es en el desempoderamiento de la ciudadanía donde se ha dado el mayor divorcio.

¿Y en materia de infraestructuras?
Antonio Maíllo: La Junta no tiene un modelo de vertebración y cohesión territorial en Andalucía. Y esto es muy importante para Almería. Almería no está lejos de Sevilla. Sevilla es la que está lejos de Almería. Y si no hay proyecto de cohesión y vertebración de Andalucía sin la integración de los territorios, la integración de Almería, no hay política de futuro.


En la provincia de Almería creo que tenemos que elevar el tono, y digo tenemos porque nos sentimos representantes de los anhelos de los almerienses, en torno a cuáles son las medidas prioritarias en una legislatura para fortalecer una cohesión territorial que no se da.

Usted hizo el viaje a Sevilla con transbordo entre Granada y Antequera.
Antonio Maíllo: Sí. Eso es algo absolutamente alucinante y que cualquier ciudadano no da crédito, y más en un territorio como Almería con el músculo económico que tiene.

Los colegios de arquitectos e ingenieros de Andalucía han presentado a Almería y Cádiz entre las provincias peor comunicadas. Sin embargo, en ciertos sectores almerienses se considera que Cádiz está bien tratada por la Junta.
Teresa Rodríguez: Solo hay que ver los datos de paro en Cádiz, Huelva y Jaén. En Almería no se dan esos datos, pero no por mérito de la Administración, sino por méritos del milagro almeriense y su modelo de producción que genera empleo estable. No es tan dependiente de los vaivenes del turismo. Eso sí, hay otro riesgo. La economía almeriense es fuertemente dependiente de las exportaciones baratas y de las grandes distribuidoras. Eso hace que al final paguen el pato los asalariados y las asalariadas con unas condiciones de trabajo que son claramente mejorables.


Es inconcebible la desconexión de Almería en infraestructuras. Se está poniendo en riesgo la competitividad de la agricultura almeriense porque a medio plazo va a empezar a castigarse en las exportaciones la huella de carbono y transportamos en camiones las frutas y hortalizas. La Administración no puede permitirse ese lujo y no estoy hablando solamente de la Junta.

¿Mira entonces al Ministerio de Fomento?
Teresa Rodríguez: Almería tiene la menor inversión por habitante del Estado en los últimos presupuestos. Cuando la media es de 200 euros por habitante, aquí está en 62. En los de la Junta no podemos saberlo. Nuestros compromisos están por escrito. Hemos pedido 300 millones de euros en enmiendas para infraestructuras y los vamos a seguir pidiendo.

Hablando de trenes, ¿es realmente necesario un cercanías en el Poniente y otro en el Bajo Andarax?
Antonio Maíllo: Los que defendemos el equilibrio territorial, promovemos un modelo de transporte más ecológico y más social como es el ferroviario. Se produce una gran paradoja. Más de un 85 % de la inversión en tren es para Alta Velocidad y, sin embargo, apenas se deja un 13 % para las cercanías, que los usan un 75 % de los viajeros.

Ya son públicas las candidaturas de ‘Adelante Andalucía’. En Almería ha habido acuerdo para que Diego Crespo, de Podemos, sea el número 1 y la 2, María Jesús Amate, coordinadora provincial de Izquierda Unida. ¿Se sentarán los dos en el Parlamento andaluz?
Antonio Maíllo: No tengo la menor duda. Además, quiero decir una cosa. Forman un tándem magnífico para representar a Almería en el Parlamento andaluz. Estoy convencido de que tanto Diego como María Jesús son dos excelentes referentes de las aspiraciones a la hora de cambiar Almería.
Teresa Rodríguez: No puedo cambiar ni una coma de lo que ha dicho Antonio. Son un tándem maravilloso.

En el ‘reparto’ de cabezas de lista en las provincias gana Podemos a IU por 6 a 2.
Antonio Maíllo: Gana ‘Adelante Andalucía’.

Teresa Rodríguez encabezará la lista en Málaga, la tierra de María Zambrano como destacó en su cuenta de Twitter.
Teresa Rodríguez: Qué curioso es que cuando un candidato va de cabeza de lista por Sevilla, nadie se cuestiona cuál es el motivo. Volvemos otra vez a esa rémora del desarrollo andaluz, del unipolarismo y del centralismo. Nadie se plantea que Susana Díaz sea la presidenta de Sevilla por haberse presentado por esa provincia. Entendíamos que yo tenía que ir por otra provincia, Málaga, donde va a haber una batalla dura por la derecha entre el Partido Popular y Ciudadanos.

¿Y si le hubieran ofrecido encabezar la lista por Almería en las próximas autonómicas?
Teresa Rodríguez: Yo creo que Almería necesita candidatos almerienses por otros motivos. Es como cuando decimos que en política tiene que haber mujeres porque las vivencias de las mujeres a lo largo de sus vidas es más probable que sean volcadas a la hora de gestionar lo público, pues las vivencias de los almerienses a lo largo de sus vidas y saberse parte de una Andalucía de segunda, de alguna manera, de tener esa percepción, va a contribuir, si le damos protagonismo, a acabar con esa realidad.


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