"Llevo dos años esperando a que me operen, estoy desesperado"

“Estoy desesperado, cansado y cabreado. Llevo dos años en lista de espera y mi dolencia empeora cada día que pasa”, señala José Tarifa, un paciente que fue diagnosticado en 2015 por el Servicio de Urología de Torrecárdenas de hidrocele, una acumulación excesiva de fluido en el cordón espermático (entre la capa que recubre el testículo y la cara interna del escroto) y que lleva desde entonces esperando a que le operen. “Lo que tengo ha empeorado con el paso del tiempo. El tamaño es el doble, como una lata de Coca-Cola. Va camino de salirme una hernia, con lo cual tengo muchas molestias”, cuenta. 

La suya es una operación que no está incluida en el Decreto de Garantías. “Al final, me obligarán a gastarme 3.000 euros para operarme por lo privado”, se queja.

700 casos
El Decreto de Garantías aprobado por la Junta en 2001 estableció desde entonces que todos los usuarios del SAS que deban someterse a una operación quirúrgica tendrán garantizado un plazo máximo de 180 días para ser intervenidos en los hospitales públicos y concertados. Cuando la espera supere ese plazo, los pacientes podrán acudir a un centro privado con cargo a la sanidad pública andaluza.

El decreto comprende 700 procedimientos quirúrgicos y excluye los “procesos banales que no conllevan riesgos, discapacidad o dolor para el enfermo” -que, según la evaluación médica, sería el caso de este paciente-, así como los casos de operaciones urgentes, que se practican de forma inmediata y las intervenciones de extracción y trasplante de órganos, puesto que su realización depende de la disponibilidad de órganos.

Plazos inferiores
La normativa incorporó una disposición que permite a la Consejería de Salud fijar plazos inferiores a seis meses para procesos graves, cuya demora puede entrañar riesgo o empeoramiento de la evolución del paciente, discapacidad grave o limitaciones funcionales importantes, o bien cursen con dolor invalidante.