¿Cuál es el mejor momento para comprar el primer teléfono móvil a tu hijo?

Los especialistas recomiendan esperar a que desarrolle la capacidad de introspección

Cadena SER
14:52 • 11 may. 2017

Nada de visiones apocalípticas. "La tecnología produce más beneficios que perjuicios. Claro que tiene riesgos, como todo, pero no podemos demonizar un instrumento. No es un fin en sí mismo y depende del uso que se le de. Hay que aplicar el sentido común: ¿a que no darías a un niño una guadaña?”, explica el jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Burgos y autor de Cibernícolas, Jesús De la Gándara Martín.




Desde que son bien pequeños, los padres utilizan el móvil como una herramienta más para entretenerlos. Tanto es así, que plataformas como YouTube cuentan con entornos apropiados para las edades tempranas. Hasta ahí, todo controlado. Pero, ¿qué pasa cuándo piden tener su propio teléfono móvil? ¿Cómo gestionarlo?




A partir de los 14 años se desarrolla la necesaria capacidad de introspección
El momento llega cuando el niño ha desarrollado la "capacidad para reflexionar por sí mismo y la de introspección”, según De Gándara. La edad concreta dependerá de cada caso. Somos diferentes. "Los griegos dividían la vida en septenios. A partir de los 14 años ya existe esa capacidad de mirar al interior de uno mismo. Aquí el factor de género tiene peso. En las chicas, la maduración neuronal se produce antes que en los chicos". La mitad de los niños entre 11 y 14 años tiene móvil en España, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.




Los especialistas coinciden en que los 9 o 10 años, cuando suelen empezar a pedirlo, es aún temprano. "A esa edad no necesitan el móvil para nada. Es importante enseñar a los niños que los objetos, las compras y la tecnología es una herramienta que nos permite solucionar problemas, no sólo un capricho", opina el neuropsicólogo Álvaro Bilbao, autor del libro El cerebro del niño explicado a los padres.




"Si debe cruzar medio Madrid para ir a ver a su abuela o a su padre, un día a la semana el teléfono puede resultarle útil, aunque no tiene por qué ser un smartphone. Si sólo lo va a utilizar para llevarlo al colegio y presumir de él, hacerse selfies o jugar a videojuegos, realmente no lo necesita", sostiene Álvaro que coincide con psiquiatra Jesús De la Gándara en la necesidad de que el niño haya alcanzado "madurez, autocontrol y capacidad para seguir las normas y cumplir las responsabilidades". Álvaro es partidario de establecer normas y espacios sin móvil dentro de casa. "Por ejemplo, la cocina o el lugar donde cenamos todos juntos debería ser un espacio sin móvil".




Un buen momento es cuando comienzan a hacer planes independientes de los padres
La frase 'todos mis amigos tienen móvil, menos yo' es recurrente a partir de los 9 años. La duda sobre cuál es el mejor momento comienza a planear bien pronto, incluso antes de que lo pida. Al final, la decisión es de los padres, por mucho que los abuelos o los tíos quieran llevar la iniciativa.




"Si se trata de un niño de 9, 10 o 12 años, le podemos explicar nuestros motivos y decirle que creemos que es mejor para él. Así le estaremos enseñando a pensar por sí mismo porque verá en nosotros su ejemplo. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que cuando todos tienen móvil menos el nuestro, pueden quedar a través de WhatsApp y es importante que nuestro hijo se integre en los grupos sociales ya que son una fuente inestimable de aprendizaje", sostiene Álvaro. Convencido de que no hay una fórmula mágica, recomienda retrasarlo hasta que los chavales hacen planes independientes y recomienda tener una normas de utilización para presevar la vida familiar como el estudio.




Consejos para utilizar el móvil de forma segura
La subinspectora Cortés es coordinadora nacional adjunta del Plan Director de la Policía Nacional, encargado de la seguridad en los colegios. Desde hace varios años, se encargan de dar charlas en los colegios que lo piden sobre la utilización segura del teléfono móvil. "La utilización de antivirus, navegar cuando la wifi sea segura, hacer copias de seguridad de forma periódica, actualizar aplicaciones a través de páginas reconocidas, asegurarse que las contraseñas sean seguras para que no se pueda acceder fácilmente", explica la agente.


Cuando los padres tengan dudas de si sus hijos están siendo víctimas de un delito, pueden acudir a una comisaría y preguntar a los delegados de participación ciudadana. "Muchas veces nos encontramos con problemas de convivencia más que con situaciones de acoso", explica la subinspectora. Los menores tienen derecho a la información y a la intimidad, pero es tarea de las familias la "supervisión de esta vida online, de negociar y de llegar a acuerdos" para estar informados. 


Recomienda que haya un ambiente de comunicación y de respeto mutuo. Los responsables de esa línea son los padres que también deben afrontar un posible mal uso. "Ojalá haya un día en el que no sea necesario dar ninguna charla preventiva", afirma la agente. Hasta que eso ocurra, los colegios pueden solicitar las charlas en la dirección [email protected].








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