Una banda condenada a 27 años de cárcel por un alijo de hachís de una tonelada

Guardia Civil interceptó una lancha rápida y recuperó parte de la carga arrojada al mar en la huida

Buque Río Miño en la entrada al Puerto de Almería
Buque Río Miño en la entrada al Puerto de Almería
Javier Pajarón
18:00 • 15 feb. 2017

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería ha condenado a 27 años y medio de prisión a los miembros de una banda acusada de transportar un alijo de hachís interceptado por la Guardia Civil en septiembre de 2012. Los acusados cumplirán condenas entre tres años y tres meses y seis años de cárcel por delitos contra la salud pública, además de asumir multas económicas de hasta cuatro millones de euros.




Los agentes de la patrullera Río Miño del Servicio Marítimo de la Guardia Civil  interceptaron el envío de droga en una lancha neumática de ocho metros de eslora que navegaba cargada de fardos de arpillera en el Mar de Alborán.  La tripulación advirtió la aparición de la patrullera y emprendió la huida. Para ello comenzaron a lanzar al mar los paquetes de droga (unos 30 kilos cada uno) como modo para soltar lastre, permitir mayor movilidad a la embarcación, dotada de enormes motores, y eliminar la carga delictiva.




Sin embargo, los agentes del Instituto Armado echaron el guante a los sospechosos y recuperaron buena parte del alijo. En total, la Guardia Civil halló un tonelada de hachís distribuida en una treintena de fardos. La droga pertenecía a productores en Marruecos y había sido cargada en la lancha rápida horas antes con destino a las costas de la provincia de Almería, donde la organización había preparado un equipo para el desembarco y traslado a una ‘guardería’.




Durante la operación fueron capturados siete narcotraficantes con distintos papales en la trama criminal desarticulada en septiembre de 2012. Según la tasación pericial realizada tras los análisis de toxicología, el estupefaciente podría alcanzar un valor en el mercado clandestino cercano a 1,5 millones de euros. A ella hay que añadir los fardos perdidos en el Mar de Alborán durante la persecución de la lancha semirrígida de los traficantes.




La banda había alquilado una furgoneta y pretendía llevar a cabo el transporte desde el puerto de Carboneras. Los miembros detenidos provenían de las provincias de Almería, Cádiz y Málaga, según reveló la instrucción judicial.







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