“Tus límites están más lejos de lo que crees”

Registrador de la propiedad, navegante y escritor, reconoce que “es cierto que al escribir buscas la inmortalidad”. 

Desde muy pequeño se aficionó al ciclismo, la navegación y la escritura.
Desde muy pequeño se aficionó al ciclismo, la navegación y la escritura.
Alberto Gutiérrez
12:43 • 15 oct. 2016

Le gusta el ciclismo y navegar en solitario y dice que “el mar es lo único que me ha puesto ante mis límites”. Se considera “optimista y humilde, pues he aprendido que es la mejor manera de afrontar las cosas”. Y dice ser un “enamorado de Almería, por su gente, su clima, sus playas...”.




Registrador, escritor y navegante. Debes ser un gran amante de la soledad, pues son ocupaciones muy solitarias.
Sí, para gran desgracia de mi mujer (risas). Escribo con nocturnidad y, si hablamos en términos jurídicos, con alevosía. Por otro lado, disfruto escribendo con presión. En la vida te das cuenta de que puedes hacer mucho más de lo que crees: tus límites están más lejos de lo que piensas.   




Tus aficiones empiezan cuando eres un niño, ¿no es así?
A los catorce años empecé a hacer ciclismo. Con la misma edad aprendí a navegar. Y con diez años escribí mi primera novela. Recuerdo que el profesor me sorprendió escribiendo y me hizo leer en clase una parte del texto cada día. Aquello me apartó de la escritura por un tiempo.




Como registrador polifacético, ¿has encontrado incomprensión en aquellos que piensan en cánones preestablecidos?
Qué va, todo lo contrario. Los registradores somos muy variopintos. Tengo compañeros pianistas, pintores al óleo, deportistas, novelistas, aventureros y hasta presidentes de Gobierno (risas). La sociedad está acostumbrada a que hagamos actividades normales. Pero, eso sí, por encima de todo nadie sabe qué es y qué hace un registrador. 




Todo tuyo...
El registrador vela por los derechos de los terceros. Protege al que no estuvo allí, es decir, en el contrato, en el testamento o en el documento que se hizo. Pasa como con el fiscal, que la gente cree que es la acusación, y lo que hace es defender a la sociedad.




Y el mar, ¿pone a cada uno en su sitio?
Siempre. Tarde o temprano. Te das cuenta de tu insignificancia y de que a pesar de los progresos del hombre no somos nada. Lo único que me ha puesto ante mis límites es el mar. 




Naciste en Madrid pero tu familia tiene una gran vinculación con Almería. ¿Cómo llegasteis aquí?
Mi madre nació en el edificio de Zara y creo que mi abuela también. Todos los veranos veníamos a Aguadulce. Mis dos novelas, ‘El cliente’ y ‘Bazar de almas’, se desarrollan en Almería, una tierra de la que me enamora la gente, el clima, las playas...




Una vez me dijeron que lo que uno quiere ser en la vida se define entre los treinta y cuarenta años. ¿Tú lo tuviste claro, antes, durante o después de esta época?
Todavía no sé lo que quiero ser en la vida. Quiero vivir lo que venga. No me planteo la vida como un plan programado, que es lo que nos da seguridad. Lo que voy a ser hoy lo puedo decir al terminar el día. A veces pienso que ha merecido despertarse porque ese día has conocido a una persona interesante. Me encanta que la gente me cuente sus historias y no te niego que todo esto nutre mi escritura.


Hay quien dice que escribir le hace a uno inmortal. 
Estoy de acuerdo. Escribes porque vas a continuar tu existencia en esas letras para que la gente lea tus pensamientos en el futuro.


Debes ser un gran lector...
Pues sí. Leo desde muy pequeño. A los quince años devoré ‘El señor de los anillos’ en inglés. Ahora tengo seis mil títulos en formato digital y decidí leer en orden alfabético. Leo de forma compulsiva y eso hace que no me acuerde de los autores. Pero encuentro joyas, como ‘Juego de tronos’, que leí antes de que se conociera la serie.


Eres hermano de Mai Meneses, cantante de Nena Daconte. ¿Cómo estás viviendo su carrera musical?
Tras el paréntesis de dar a luz dos hijos ahora está buscando quien le publique su último disco. El mundo de la música es ingrato y canalla. Ella siempre dice que su droga es el micrófono y ver que la gente corea sus canciones.


Como registrador: parece que el mercado inmobiliario se recupera. Cómo nos gusta el ladrillo...
No aprendemos y no potenciamos otras cosas. Nos cargamos lo que tenemos. Cuando viajo pienso en cómo esos otros países han conseguido mantenerse. Pero este resurgir no es tan grande. Se nota la falta de Gobierno. 



Temas relacionados

para ti

en destaque