Los cultivos de invernadero son los menos afectados por la sequía del país

El Modelo Almería consume veinte veces menos agua que el resto y dependen menos de las lluvias

La Confederación del Segura, que gestiona el trasvase Tajo-Segura, advierte de una situación límite este verano.
La Confederación del Segura, que gestiona el trasvase Tajo-Segura, advierte de una situación límite este verano. La Voz
Antonio Fernández
20:00 • 21 may. 2023

Los informes sobre la sequía proliferan y en estos últimos días llegan desde la Agencia Estatal de Meteorología, las organizaciones agrarias, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico o confederaciones hidrográficas como la del Segura o la del Guadalquivir.



La conclusión casi generalizada es que estamos ante uno de los periodos más secos de las últimas décadas, con un descenso de las precipitaciones que se sitúa en torno al 60 por ciento de las medias históricas y, por tanto, la disponibilidad de recursos se encuentra en mínimos.



La agricultura almeriense se mueve en escenarios bien diferenciados según se hable de cultivos al aire libre o en invernaderos. Estos últimos, paradójicamente en un territorio tan seco como el almeriense, son los que, por el momento, menos están acusando esa escasez de agua.



Así lo apuntan tanto la Federación de Regantes de Almería (FERAL) como organizaciones agrícolas y ganaderas como Coag, que achacan ese mayor grado de resistencia a varios factores; básicamente a disponer del menor consumo de agua por hectárea de todo el país, a la previsión que supone la disposición de sistemas de almacenamiento de recursos, y al hecho de que, según señalaba Andrés Góngora, secretario provincial de Coag, en una reciente entrevista “la sequía aquí no es coyuntural, sino estructural y los cultivos en invernadero se han adaptado a la escasez”.



Dependencia



En el mismo sentido se pronuncia el presidente de la Federación de Regantes de Almería, José Antonio Fernández, que indica que el campo almeriense depende menos que otros modelos en el resto del territorio nacional de las lluvias, aunque estas sean necesarias e importantes “porque nos abastecemos de acuíferos subterráneos, de aguas regeneradas o de plantas desaladoras”.



Evidentemente el precio de esas aguas es netamente superior al que han de pagar los regantes del conjunto del país, pero la productividad que se obtiene por hectárea hace que precios que en otros pagos simplemente no podrían asumirse, aquí se logra rentabilizarlos. Como dice Góngora, “es curioso que en una situación de sequía como la que estamos viviendo los únicos que están pudiendo regar son los que estamos en el desierto”.



Al aire libre Pero no todos los productores almerienses pueden ‘llorar por un ojo’ porque, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, se ha incrementado la preocupación por las cosechas que se realizan al aire libre. En el caso de Almería el riesgo alcanza a grandes extensiones de cultivos no protegidos tanto de sandía como de lechuga o brócoli, sobre todo en la zona del Levante.


Ayer mismo la Confederación Hidrográfica del Segura echaba mano de los datos de la Agencia Estatal de Meteorología sobre la situación climática en el sureste, unos datos que indican que el actual Año Hidrológico es el periodo con menor registro de precipitaciones de la última década al haber recogido hasta un 62 por ciento menos de lluvia. La llegada en estos días de una vaguada europea está dejando las primeras lluvias pero la duda es si serán suficientes.


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