Jornada de 21 horas: ¿y por qué no?

Jornada de 21 horas: ¿y por qué no?

Mar Verdejo
01:00 • 10 ago. 2013

Ahora nos piden un 10% de recortes en los salarios. Es fácil pedirlos cuando se cobran veinticuatro mil euros mensuales, como ha hecho Olli Rehn -Responsable de Asuntos Económicos de la Comisión Europea- a los ciudadanos españoles, cuando el salario medio en España es de veintitrés mil euros, pero al año. Si pides algo que supone un sacrificio tienes que responder de la misma manera: dando ejemplo. Cristina Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional se subió un 11% el sueldo en cuanto llegó a su puesto. Está claro que no se aplican la frase de M. Gandhi “se tú el cambio que quieres ver en el mundo” ¿Y qué quieren? ¿No han captado en Europa que algo no están haciendo bien? Está claro que unos dicen y otros acatan las órdenes, por más angustia que impliquen estas decisiones.
Las medidas hasta ahora adoptadas no están mejorando en nada ni nuestro bienestar ni nuestra felicidad. España está con porcentajes por encima del 20% en paro y pobreza. Con datos de Contabilidad Nacional de Eurostat, correspondientes al año 2012, la jornada laboral en España es de 1.686 horas por trabajador, mientras que en la Eurozona se sitúa en 1.574 horas. En España la jornada laboral ha seguido subiendo. Rosa M. Artal en su artículo “Recetas FMI y EU: menos salario, menos democracia, más penuria”, nos hace la reflexión: “ningún dato avala que la devaluación de los ciudadanos disminuya el paro y frene la recesión sino todo lo contrario”.
Hay que buscar otras alternativas sobre la mesa, soluciones innovadoras ante los retos ecológicos y sociales del siglo XXI, y una de ellas es la reducción de la jornada laboral. New Economics Foundation la defiende en el artículo: “21 horas: Por qué una semana laboral más corta puede ayudarnos a prosperar en el siglo XXI” en el que concluye, que nos proporcionarían condiciones más estables y salario más favorable protegiendo, además, los recursos naturales del planeta. Pero esta acción no es fácil, hay que vencer a empresas, personas trabajadoras, sindicatos y al mundo político. Los sindicatos, que “metieron la pata” avalando la reforma laboral española, ahora viendo lo que se avecina proponen la reducción de la jornada laboral, incluso aseguran que hubiera evitado la destrucción de 540.000 empleos. Les exigimos que, esta vez, estén del lado del ciudadano, como es su deber.
Como dice Florent Marcellesi, investigador y ecologista, sobre la reducción de la jornada laboral: “no es solo un ejercicio provocativo y prospectivo para alimentar el debate y luchar contra la inercia, es también un ejercicio realista para reconciliar la protección del Planeta, la justicia social y la economía”: ¿Estamos dispuestos a remar juntos?







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