Carta a Carlos Sánchez, concejal del PP

Carta a Carlos Sánchez, concejal del PP

Antonio Felipe Rubio
22:04 • 06 sept. 2012

El concejal y portavoz de la Junta de Gobierno Municipal, Carlos Sánchez, ha publicado en Twitter que sentía "pena de que el etarra haya dejado la huelga de hambre" porque "tenía la esperanza de verlo morir de hambre" en referencia a la actitud mantenida por Josu Uribetxebarria, uno de los criminales secuestradores del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara. 


El concejal del PP no sólo ha recibido la reprobación de los grupos de la oposición municipal; también da la impresión de haber sido "invitado" a rectificar por su propio partido. Sí, ese partido de los permanentes maricomplejines que tiene serias dudas a la hora de expresar con claridad meridiana lo que le pide el cuerpo; y no sólo al PP, sino lo que le pide el cuerpo a una gran cantidad de personas que no recibimos un mensaje claro y sin ambages, especialmente en asuntos que no permiten estas aventuradas excursiones que pretenden lo políticamente correcto.


El terrorista es un animal cobarde: bombas, tiros en la nuca, secuestros… y, casi siempre, a personas indefensas, desprevenidas y desprotegidas. Por eso, Carlos, cuando invitas a que se mueran de hambre por iniciativa propia, estás pidiendo un imposible. Estos criminales son muy cobardes como para echarle cojones y terminar con su propia vida con la misma frialdad y determinación con la que matan a un padre de familia que va a por pan.




Antepongo a cualquier consideración subsiguiente que soy absolutamente radical en la preservación de la vida y que el asesinato de estado (pena de muerte) me es intelectual y moralmente inadmisible. Eso no quita que, por iniciativa propia, tan deleznables individuos adopten soluciones tan irreversibles como la libertad que han robado y las vidas que han segado.


El terrorismo no puede argüir ni excitar poses tan desconcertantes y ambiguas. Hay personas que adoptan soluciones finales por remordimiento, ruina, enfermedad… y, hasta la propia sociedad, con injusticias, insolidaridad, desesperanza… impele a la angustia insuperable que conduce a lo inimaginable. 




Eso es muy lamentable y me aflige. Por eso, hemos de trabajar para prevenir y evitar lo irremediable. Y Carlos Sánchez es una de esas personas que, nadando contracorriente, con severas dificultades, incomprensiones e intolerancia ha luchado por la libertad de elección y la erradicación de estigmas sociales. 


No me vengáis ahora, demócratas oportunistas, a escandalizaros por lo que en el fondo pensáis. Vamos; no quisiera pensar que sois tan pánfilos como para dar cobertura de piedad sin fronteras a tan deplorables criminales y, al mismo tiempo, criminalizáis la valentía expresada en términos tan inequívocos que todos entendemos y algunos compartimos y agradecemos.




Ánimo Carlos. Como dijo Galileo ante el inquisidor tribunal "eppur si muove".



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