El Retrovisor: Hay que expulsar de los estadios a todos los racistas

El fútbol vuelve a dar una mala imagen, cuestión que no ocurre en el baloncesto, ni en el tenis. Hay que acabar con el racismo se escuchaba en la mayoría de emisoras de radio el sábado y en el Domingo de Pascua. El técnico del Sevilla Quique Sánchez Flores, tras el partido en Getafe: “Me parece aberrante que me llamen gitano de manera racista. Orgulloso de tener sangre gitana”, denunció los insultos de algunos aficionados del Getafe hacia él, equipo al que entrenó hace varias temporadas que también insultaron al jugador Acuña. Vinícius Jr ha lamentado un mal día para el fútbol español por "tres casos despreciables de racismo", reclamando medidas contundentes y que los partidos no se reanuden hasta que "los racistas salgan de los campos". El brasileño se refirió a los insultos racistas a Marcos Acuña y Quique Sánchez Flores, y a los insultos al meta senegalés del Rayo Majadahonda, Cheikh Sarr, en Sestao. Grupos de aficionados se manifestaron y condenaron los insultos racistas y pidieron que se expulse a los aficionados racistas de los estadios.

Lo seguro es que Vinicius habrá marcado un antes y un después. Aquel día en que señaló con el índice a uno de sus ofensores en la grada de Mestalla, algo cambió.  La vergüenza de lo que viene ocurriendo en la Federación y los cánticos de Vinicius, muérete en Pamplona y en las inmediaciones del Manzanares en un partido en el que ni jugaba. No conviene nunca generalizar porque son pocos los energúmenos, pero hacen mucho ruido. La integración de nuestros pueblos agrícolas y turísticos es total, pero hay que mirar un poco más y prestar atención a los que nada más pisar un negro un campo ya están dispuestos a soltar toda su mala baba, o falta de educación y respeto al otro. Al primer jugador negro que vi jugar en directo fue a Wanderley del Levante en Vera.  Era un niño y Luis Ros Ortega, residente en Nueva York, se encontraba de vacaciones y me llevó al partido. Nadie hablaba de racismo en esos años. A Wanderley lo tengo en mis álbume. Lo marcó con acierto el gallardero Pedro Casquet Belmonte. El CD Vera de Antonio Alonso permitió a varias generaciones de la provincia que disfrutáramos de los grandes partidos que organizaba con motivo de la Feria de Vera. Al primer entrenador que conocí en el Almería fue a Ben Barek (Rabat, 1937). Odair, la perla negra, fue el primer futbolista negro que vistió la camiseta de la AD Almería en 1979. Gregorio recuerda que entonces no sabíamos ni lo que significaba eso del racismo. Francisco Torres Segura es el presidente de la AD Los Gallardos cuenta en su equipo con varios adolescentes, hijos de magrebíes. Antes de llegar a presidente fue emigrante en Barcelona y sabe de la importancia de la integración en una sociedad hiperconectada. En España hay una larga lucha contra el racismo. Los jóvenes futbolistas emigrantes comparten cultura y todos nos enriquecemos buscando un grado de integración que a veces produce chispas, pero cada vez menos. Como afirma el escritor gallego Manuel Rivas la gente no tiene ni idea cuando habla de “sin papeles” y se olvida de lo que fuimos o los jóvenes con talento que siguen buscándose la vida fuera. En Los Gallardos, son trabajadores emigrantes que les apasiona el fútbol y se identifican con el pueblo, aunque muchos de ellos proceden de las grandes explotaciones agrícolas de Pulpí, Húercal Overa y Cuevas del Almanzora.

El maestro de periodistas, sin tópicos, el acude todas las temporadas un par de veces al Mediterráneo para ver a la UD Almería, es autor de un nuevo libro. En 366 historias (y más) de los Juegos Olímpicos que deberías conocer, editado por Espasa, Relaño hace un trabajo didáctico y cuenta historias imprescindibles. Estos días aparece en televisiones y distintos medios de comunicación una estampa de un libro pedagógico con historias enriquecedoras. Confiamos en que su libro sea conocido por los buenos deportistas antes de que comience la cita imprescindible de París. “Unos Juegos marcan el máximo de la nobleza de un ser humano. El acto de Tommie Smith contra el racismo en los Juegos de México 1968, levantando el puño tras ganar en 200 metros, me parece sublime. Esos tíos se jugaban la cara de verdad. Poco antes habían matado a Martin Luther King y a Malcolm X”.

El libro de Relaño es una Biblia y la mejor lectura de cara a París 2024 afirma la curtida periodista Patricia Cazón de As. Los Juegos Olímpicos de 1960 con sede en Roma se transmitieron por vez primera en televisión.  Los de México 68 fueron los primeros en transmitirse por vía satélite. La televisión se ha modernizado a fuerza de mundiales y olimpiadas. “Recuerdo ver reportajes en el NODO. Era un crío, pero lo tengo grabado vivísimo, a Abebe Bikila entrando descalzo por la Vía Apia, como un vencedor, algo de un simbolismo…, que yo lo oí decir, claro, ¡yo qué sabía! Pero tenía que ver con Mussolini arengando a las tropas italianas para ir a conquistar Abisinia, que era Etiopía. Era como una venganza. Un tío descalzo. Aún no era muy frecuente ver a deportistas negros tener éxito. Vivían aún muy perseguidos en Estados Unidos y podían destacar en alguna cosa, pero en poco. Con este libro me he dado cuenta de que sabía poco de los Juegos. He aprovechado para repasar y aprender, sobre todo de los más remotos”. "Todos los Juegos tienen un personaje, Bolt, Bikila, Tommie Smith..., menos los de 1992, que la ciudad, Barcelona, es más importante que el más importante de los participantes”. ¿No imaginaba que vería bajar a un atleta correr tan rápido como Bolt?, le preguntó la periodista: “Es una barrera que siempre se piensa que la humanidad no va a llegar y llega. Yo me acuerdo que mi padre me decía, cuando yo de pequeño veía las películas de Tarzán: ´Pues este fue campeón olímpico y fue muy famoso porque fue el primero que bajó del minuto en los 100 metros libre´. Era Johnny Weissmuller. Siempre esas barreras. La verdad es que Bolt era una delicia de atleta”. “Samaranch es una figura que atraviesa la historia de nuestro deporte desde la posguerra. Hizo de una causa su vida. Mejorar el deporte. Sacarlo a la calle, algo difícil en este país, bastante conservador. Si a mi padre le hubiera dado por salir a correr al Retiro habrían pensado que estaba loco. Él fue introduciendo esa ventana”.

El próximo 11 de abril, el presidente del Comité Olímpico Español (COE) Alejandro Blanco Bravo y el dirigente Juan Antonio Samaranch Salisachs, hijo del añorado Samaranch que tanto hizo por el deporte español pasando de una medalla de uvas a peras en la dictadura hasta el éxito de la actualidad, presentarán en Madrid, en la sede del COE el libro 366 historias (y más) de los Juegos Olímpicos que deberías conocer.