Para que el Círculo no se convierta en el Casino

La directiva busca un plan de choque para evitar que se vea como un club de viejos y ricos

Edificio del Círculo Mercantil y Teatro Cervantes.
Edificio del Círculo Mercantil y Teatro Cervantes. La Voz
Manuel León
23:38 • 20 mar. 2024 / actualizado a las 23:40 • 20 mar. 2024

Hay un cartel en el Círculo Mercantil  de Almería que reza: “Prohibido esconder los periódicos”. Porque hay socios que se sientan encima para llevárselos  a su casa. El Círculo es el sitio donde más prensa  se recibe en la ciudad, incluidos los diarios económicos y antiguamente la prensa británica con las cotizaciones mineras, el Financial Times y el Blanco y Negro. Pero ese Círculo acrisolado de años y de leyendas, de bailes de salón y de partidas de dominó a brazo partido, tiene el riesgo de quedarse caduco como el papel. Aún disfruta de una nómina de más de 100 socios, pero la edad media se acerca peligrosamente a los 80 años, aunque la nueva Junta se ha rejuvenecido considerablemente.



Acaba de renovarse -sin tirar cohetes- la Junta Directiva de esta institución más que centenaria (se fundó en 1899) y una de las aspiraciones, de la obsesiones de su sempiterno presidente, el bueno de Paco Balcázar, es que irrumpa savia nueva como en una primavera, que haya relevo generacional como en el Kiosco Amalia.  Balcázar lo lleva persiguiendo desde hace años -hace 30 que es presidente- que gente de cuarenta y de cincuenta años acuda al Círculo y se asocie. Hace poco porfió para que se consolidara una escuela de ajedrez infantil y juvenil. Pero el Círculo ha perdido fuelle. Se mantiene por los alquileres del Burana y del Teatro Cervantes, pero le falta aliento, le faltan vitaminas. Tiene un edificio espléndido, sala de juegos, salón noble para bailes y actos culturales, tiene cafetería, sala para mujeres. Y está en el corazón de la ciudad. Pero le falta algo más de fuerza en esta nueva Almería del siglo XXI, en esta ciudad que no mira mucho a su Círculo. Quizá hay quien crea que siga siendo una institución burguesa, un dolce far niente para ricos e hijos de ricos. Pero la cuota lo desdice: en torno a 25 euros al mes, menos que  una cuota de gimnasio. En los años 90, el Círculo estuvo a punto de irse a pique con una deuda de 90 millones de pesetas. Y antes aún, una Junta Extraordinaria estuvo a punto de aprobar su demolición para hacer apartamentos. Que no le pase al Círculo como le ocurrió al viejo Casino. Almería se merece conservar su Círculo Mercantil.









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