Almería ya no puede esperar más al AVE

Las obras no avanzan al ritmo que deberían

José Luis Bonet
07:00 • 12 sept. 2021

Este pasado viernes asistimos a una movilización social sin precedentes en Almería en demanda de la aceleración de la llegada del AVE a esta provincia. 



La primera constatación es la buena salud de la que goza la sociedad civil almeriense y su capacidad para unir fuerzas en torno a una reivindicación justa y necesaria: el impulso a las obras de construcción del tramo de Alta Velocidad entre Murcia y Almería.



La segunda es la profunda preocupación del tejido empresarial almeriense por la pérdida de oportunidades y competitividad que han representado los últimos diez años de enquistamiento de las obras ferroviarias. 



Después de que el Consejo de Ministros aprobara el pasado 31 de agosto la licitación del tramo entre Lorca y Pulpí, todas las actuaciones del AVE entre Murcia y Almería se encuentran oficialmente en obras o en fase de contratación, a excepción de la integración en el núcleo urbano de Lorca y del tramo a su paso por Totana.  Con esta última licitación, el Gobierno ha reafirmado su compromiso de que Almería contará con el tren de alta velocidad entre 2025 y 2026.



Sin embargo, las obras no avanzan al ritmo que deberían. De los 2.000 millones presupuestados en los últimos quince años, tan sólo se llegaron a ejecutar 890.  Este mismo ejercicio 2021 apenas se ha ejecutado un 5% los 585,37 millones de euros presupuestados en los Presupuestos Generales del Estado. De hecho, el pasado mes de julio tres de los tramos en curso no alcanzaban ni el 5% de ejecución.






De la importancia vital que esta infraestructura tiene para las empresas de Almería, da fe el masivo apoyo del tejido productivo de la provincia a la iniciativa ObjetivoAlmeríaAVE, impulsada por la Cámara de Comercio de Almería, con el apoyo de la Cámara de Comercio de España, y respaldada por todos los sectores empresariales, económicos, institucionales y sociales de la provincia.



Estamos convencidos de que mejorar las infraestructuras y agilizar las conexiones de transporte es esencial para la mejora de la competitividad de nuestras empresas y, con ello, el progreso de España y el bienestar de los españoles.


Las sociedades que más y mejor se desarrollan, y que mejor redistribuyen su riqueza, son aquellas que cuentan con las mejores infraestructuras. El potencial geográfico del territorio de Almería, y su potencial humano, solo podrá ser liberado si somos capaces de dotarlo de las vías que necesita para su desarrollo.


Por su ubicación, Almería forma parte del gran eje geográfico del Corredor del Mediterráneo, el más dinámico desde el punto de vista económico en el que todas las actuaciones que incidan sobre él, repercutirán en la vertebración territorial y la competitividad, además de reforzar nuestra posición como plataforma logística internacional y contribuir al crecimiento del comercio exterior, elemento clave para lograr un modelo de crecimiento económico más estable y sostenible.


Las cifras hablan por sí mismas. La línea de alta velocidad permitiría duplicar el número de usuarios del ferrocarril; podría incrementar un 60% el turismo, multiplicar el transporte de mercancías hasta alcanzar los 20 trenes diarios y reducir notablemente las emisiones de CO2 a la atmósfera.


No olvidemos que, en la actualidad, cerca de 46.000 camiones cubren cada año el trayecto entre Almería y el resto de Europa transportando centenares de miles de toneladas de productos hortofrutícolas y derivados del mármol, principalmente.


La inauguración del tren de alta velocidad entre Madrid y Sevilla, el 14 de abril de 1992, supuso no solo un paso de gigante en el transporte ferroviario español, sino una de las principales obras de infraestructuras de la España del siglo XX.


La alta velocidad española ido absorbiendo a partir de entonces muchas de las principales partidas de inversión en infraestructuras y ha sido protagonista de proyectos emblemáticos en el extranjero como el AVE entre La Meca y Medina.


Treinta años después, Almería no puede continuar siendo una isla dentro de la península y continuar al margen de la modernización del país. No podemos esperar más para engancharnos al tren del progreso económico y el bienestar social.



Temas relacionados

para ti

en destaque