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Una chica mona le da calabazas en endecasílabos a Mario Casas; lo planta por un tipo más feo

Javier Adolfo Iglesias
07:00 • 01 jul. 2021

Este es uno de esos anuncios televisivos que venden ampulosas  ideas antes que un producto. Se ve a una pareja de cincuentones urbanitas junto a la isleta de su cocina, anochece. El tipo está metiendo la ropa sucia en la lavadora mientras canturrea una canción de su infancia “¡Así planchaba así así...!”. 



- “Antonio, pon la 5 que Alejandro me ha dicho que va a salir”, le dice su esposa.



- “Ya te dije que no era buena idea dejarle ir al viaje de estudios a Mallorca”, responde su esposo en tono neutro. 



- “El niño se lo ha ganado después de un curso muy duro”. 



- “¿Duro? ¡Pero si ha suspendido y le quedan cinco!”, sube la voz Antonio.  



- “¡No lo victimices más!”, responde la madre del adolescente que está fuera de casa. 



- “Mira Asun, pareces monitora de un taller municipal”.  




- “El bachillerato es un cambio muy grande desde la ESO. Y ya sabes que es de altas capacidades”, argumenta Asunción, ‘Asun’ desde que llevaba pegatinas de ‘Durán, Durán’ en la carpeta del insti. 


- “Dime cuáles aparte de pasar las horas enteras jugando con su móvil ence...”. 


- “¡Calla! La noticia”, -la mujer le corta secamente-.  

Se oye a Pedro Piqueras leyendo en off un titular del sumario: “Ya son 1.300 los jóvenes que dan positivo y extienden el coronavirus por España. Familias denuncian por detención ilegal al Gobierno de Baleares”. 


- “Antonio, nos tenemos que sumar a esa denuncia. No hay derecho a que traten a unos chiquillos como delincuentes”. 


Sigue la voz de la tele: “La Generalitat homenajea a los indultados por el Procés”. 


- “A nuestro hijo lo encierran y a los políticos condenados los sacan de prisión con honores”, se lamenta la mujer. 


- “Asun, no mezcles sin sentido. No se puede volver a la judicialización de la política. Mira qué bien el president Aragonés con el Rey”, observa Antonio.   


- “¡Pero si más maleducado no puede ser! El Rey lo saluda y el otro parece un Madelmán, ni lo mira ni le hace el más mínimo gesto. ¡Mira, ahí está!”, la mujer sube el volumen de la tele. 


“¡Libertad, libertad, libertad!”, se ven gritando a jóvenes adolescentes asomados a los balcones de un hotel medicalizado. Acaba el reportaje en la tele.  


- “Lo que te decía -afirma Asun apoyando cariñosamente su mano en el hombro de Antonio- Nuestro hijo tiene talento, madera de líder. Los suspensos son un engaño y por eso los van a quitar, como dice la ministra”. 


Entran los anuncios. Una chica joven y mona da calazabas en endecasílabos calderonianos a Mario Casas, que resplandece bello en medio de una cala idílica. La chica lo planta por un tipo feúcho que recoge botellas de plástico del mar. 


- “Es precioso. Me recuerda a cuando te conocí en la manifestación contra la OTAN”. 


- “Pero Asun, ¿no ves que el anuncio acaba bajando un telón porque todo es una mala ficción? ¡No sé quién ha tenido esa idea! Defiende que en la vida real la chica se lía con el guapo, con Mario Casas”. 


- “Pues como tú y yo, Antonio”. 


- “¿Pongo la otra pizza y llamo a Aitana?”, le pregunta el hombre con una sonrisa amorosa.  


- “Nooo, ya sabes que le fastidia que la molestemos mientras está con su chica en su cuarto”. 


- “¿Es una nueva no?”, pregunta sin preguntar el hombre.   


- “Me ha recalcado hoy que es ‘amigue’. He ido con ella al Orgullo”, replica la mujer. 


- “¿Has aprovechado y le has dicho lo nuestro ya?”, pregunta a su esposa.  


- “No, espera, lo vas a hacer tú ahora. Se tú mismo, como en Mask Singer”, -la mujer conecta desde su móvil una cámara colocada en la cocina y le hace un gesto de ‘ya’ a su esposo-. 


Antonio habla con naturalidad fingida: “Puri, no nos queda otra que vender la casa de la playa y meter lo que saquemos en un fondo de pensiones porque con la deuda de España y las malas previsiones demográficas...más vale que cuidemos nosotros de nuestra jubilación”. 


- “Ahora sí, alaaaa. Pues ya se lo hemos dicho!”, se jacta satisfecha Asun. Los dos se sonríen. 


- “Hijos de putaaa!, masculla Aitana al verlos junto a su churri  en su móvil desde su habitación. 


Acaba el anuncio. Letras blancas sobre negro: ‘Cuidamos tu futuro. Plan de digitalización de la Seguridad Social’.


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