Puro teatro

Adriana Valverde
00:31 • 26 mar. 2021 / actualizado a las 07:00 • 26 mar. 2021

El presupuesto municipal es el instrumento fundamental que tiene un Ayuntamiento para dar respuesta y soluciones a los problemas de sus vecinos. A través de él podemos atender las necesidades reales que tiene Almería, necesidades que el equipo de gobierno del PP y el alcalde no saben identificar.


A la falta de eficacia en la limpieza de la ciudad, de seguridad o la desconexión entre los barrios, se le suman los graves problemas de la crisis económica y social de la COVID19. Hemos sufrido un confinamiento muy duro que ha provocado una situación complicada para miles de familias, autónomos, empresarios y trabajadores, especialmente del sector servicios: de la hostelería, el comercio y el turismo. 


Los servicios sociales del Ayuntamiento se han visto muy resentidos por la crisis, servicios que ya venían muy tocados por la falta de dotación económica y de personal suficiente atender de forma adecuada a los almerienses. Los socialistas entendemos las dificultades que el Ayuntamiento ha pasado y está pasando, pero no debe olvidar el alcalde que somos la primera administración a la que se acercan los ciudadanos para buscar ayuda. 



La pandemia no puede servir de excusa para la improvisación diaria que el equipo de gobierno ha estado ejerciendo. Las ayudas municipales llegaron meses después de haberse anunciado, la hostelería y el comercio no han tenido el apoyo necesario y han sufrido los vaivenes y las ocurrencias de un Ayuntamiento desbordado y falto de proyecto y de soluciones para la ciudad. 


El presupuesto para 2021 debía ser una oportunidad para ayudar a los más vulnerables, pero vemos que no aporta soluciones a los problemas reales de los almerienses tras el COVID y es insuficiente para salir de la crisis. Nuestra ciudad está parada, se respira en todos sus rincones, y ese desánimo también se ven reflejados en este presupuesto.



Tampoco aporta soluciones a los 23.500 parados de la ciudad ni a las familias que se encuentran en riesgo de exclusión social. Las cuentas no contemplan lo que realmente necesitan los almerienses, en estos graves momentos de crisis pandémica y con escandalosas cifras de desempleo, parados de larga duración y pobreza infantil: un Plan de empleo municipal dotado con fondos suficientes, y otro de Lucha contra la pobreza infantil y la exclusión social. ¿Cómo pretendemos avanzar si taponamos el futuro a los más pequeños de nuestra ciudad?


Es inconcebible que el alcalde hable de ‘presupuesto social’ cuando, de los 22,4 millones de euros que figuran en el apartado de Políticas Sociales, el Ayuntamiento aporta solamente 1,79 millones, para cofinanciar los programas que le vienen marcados, principalmente, desde la Junta de Andalucía. Esto supone apenas el 0,92 por ciento del presupuesto.



Además, la falta de ambición en la política de vivienda municipal impide el acceso a una vivienda digna a los jóvenes. La empresa municipal “Almería XXI” no cumple con su función social, como hemos podido observar en la paralización del edificio para realojos en el Barrio Alto. 


En definitiva, Almería necesitaba un mejor presupuesto y el PP podría haber conseguido el consenso de todas las fuerzas políticas en una situación excepcional, como la que vivimos, pero el alcalde no ha querido escuchar y ha vuelto a perder otra oportunidad para salir de esta crisis sin dejar a nadie atrás. 


Cuando existe un interés real en consensuar y negociar en beneficio de los almerienses, hay que aceptar como premisa el respeto y el compromiso de querer llegar a acuerdos. Sin embargo, desde el PSOE no hemos visto ese interés real por buscar apoyo y consenso para el presupuesto en ninguna de las tres reuniones mantenidas con el representante del alcalde. Al contrario, lo suyo fue puro teatro, una falsedad bien ensayada, un estudiado simulacro de gobierno dialogante, que al final ha hecho lo que le ha venido en gana.


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