Revolverse

Emilio Sánchez de Amo
23:19 • 20 nov. 2020 / actualizado a las 07:00 • 21 nov. 2020

¡Qué buen acompañamiento musical en el gran film de Sam Mendes, American Beauty!, incluso desde el inicio, donde su protagonista nos cuenta, interpretado por Kevin Spacey, que le queda un año de vida, asumiendo que, en cierto modo, ya estaba muerto. Y es que Alfred Newman optó para la BSO por pasar a la familia de los laminófonos de un papel secundario a protagonista; el xilófono o las marimbas te ponen en situación con los sonidos graves de sus láminas más largas y los agudos de las más cortas.


Ahora que focalizamos solo sobre la pandemia, hay circunstancias que toman un papel protagonista en la acción. Hace unos días naufragó una patera con migrantes y refugiados en el Mediterráneo, donde la voz desesperada de una madre correspondía a frases cortas, de ahí lo agudo de sus gritos, pero los lazos que le unían a Joseph, aquel bebé de seis meses muerto tras ser reanimado, eran largos y vitales, de ahí la desesperación y gravedad acontecida.


Mientras aquí nos preocupa si podremos reunirnos en Navidad para hincharnos de comer y si debemos anular el viaje para el puente, otros se juegan la vida a diario en un viaje abrupto, buscando donde poder vivirla, a pesar de lo cual, habrá quienes les desprecien y utilicen en la esclavitud laboral y en la confrontación política.



Urge mayor colaboración en la ayuda al desarrollo, llegar a acuerdos con países como Marruecos y dar soluciones comunitarias en el seno de la UE, para que no haya quienes piensen que, como Spacey, en cierto modo ya han muerto. Atrás deben quedar las devoluciones en caliente como si te embarcan un balón en tu casa y le das una patada para devolverla a quien la lanzó. El Constitucional ha marcado que, a pesar de que la legislación para devolver la migración ilegal a su país de origen está en orden, las devoluciones no pueden ser de cualquier modo, asegurándoles abogado e intérprete.


La madre se revolvía en la embarcación de rescate, pero con un sentido muy distinto al de Spacey en la cama mientras le llovían pétalos de rosa rojos. La angustia por no encontrar a su bebé de seis meses le hacía revolverse de desesperación, y nosotros, desde nuestra situación privilegiada, ¿nos revolvemos de algún modo?






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