El frenazo

El recién fallecido Ennio Morricone deja un legado que ha sido la banda sonora de nuestras vidas. Uno no puede sino rendirse al fantástico oboe en ‘La Misión’, o captar la tensión en ‘Los intocables’ de Eliot Ness gracias a su fondo musical. Pero, si por algo recordamos en Almería a Morricone es por su aportación a la trilogía del dólar de Sergio Leone, entre ellas, ‘La muerte tenía un precio’, de la que recuerdo la escena en la que el actor Lee Van Cleef, un caza recompensas, pipa en boca, hace parar en la estación localizada en La Calahorra el tren en el que viajaba tocando la campana de emergencia.

El frenazo que realiza el maquinista es descomunal, tanto como el que ha realizado el Gobierno andaluz con los grandes proyectos que estaban en marcha cuando llegaron al poder. El nuevo edificio de consultas externas de Torrecárdenas, o la licitación de nuevos centros educativos en Almería, Roquetas y El Ejido son algunos de los proyectos a los que Moreno Bonilla les ha metido el freno, y el miércoles se apeó en Almería cuan buscador de recompensas sin darnos nada a cambio.

En el film de Leone, el revisor le llama la atención al caza recompensas al bajar: ‘no se creerá que se va a ir de rositas, tocar la alarma sin motivo…’, aunque al pronto, éste se achanta ante Lee, como el alcalde de Almería ante su jefe de filas, olvidando a sus verdaderos jefes, los almerienses, quienes necesitamos que peleé, por ejemplo, porque se continúe con el Conservatorio Superior de Danza, cuyas obras debían haber comenzado en enero, y no se sabe nada sobre él, salvo que le dedicaron en el Presupuesto para 2020 tan solo 300.000 € de los casi 5 M€ que cuesta, lo que deja clara la voluntad de Moreno Bonilla para realizarlo, la misma que Lee en darle explicaciones al revisor, ninguna, porque la cultura para la derecha siempre ha sido incómoda, sobre todo en la universalidad de acceso.

Pero la vida o la muerte política tiene un precio, está en la ciudadanía cobrárselo cuando toquen sufragios y reivindicar en las calles para que nuestro tren vuelva a andar y no se vayan de rositas.