‘Unorthodox’, ‘El pianista’ y ‘Anthropoid’

No pude realizar un homenaje a Idea Vilariño recitando sus poemas el día internacional de la poesía. 

De toda su poesía completa había elegido los poemas de amor, que después de varios años releyéndolos me di cuenta de que estaban dedicados al también escritor uruguayo Juan Carlos Onetti.

Hice una selección de títulos maravillosos: “Estoy aquí” “Estoy tan triste” “Ya no” “Qué me importa” “Yo quisiera” … Me siento tan identificada con ellos, son tan desgarradores y bellos. Como ejemplo: “Dónde el sueño cumplido/ y dónde el loco amor/ que todos/ o que algunos/ siempre/ tras la serena máscara/ pedimos de rodillas.” 

Lo que sí hice por recomendación de Luz Casal fue ver la miniserie de televisión ‘Unorthodox’, la cual me dejó totalmente impresionada por la forma de vida tan rígida de un grupo de judíos ortodoxos en el corazón de Brooklyn (Nueva York). Son cuatro capítulos sobrecogedores, basados en una novela autobiográfica, que narran la huida hacia Berlín de una joven judía de esta secta. De la protagonista aprendí a pintarme los labios de una manera que yo nunca había utilizado. 

Los domingos sigo escuchando de tres a cuatro de la tarde ‘Videodrome’ en Radio 3. Si me pilla comiendo a esas horas, sea sola o acompañada, siempre lo hago en absoluto silencio. Es como si fuera mi misa dominical y la de los que me rodean. Cada palabra, cada frase, es fundamental. Vamos por el quinto capítulo de ‘Alemania año cero’, estamos celebrando el setenta y cinco aniversario del fin de la II Guerra Mundial, y algunos de los textos que se citan son escenas de películas tan importantes como ‘El pianista’. 

Empecé a verla a las once de la noche, no podía dejar pasar el día sin hacerlo, y cuando me percaté de que duraba más de dos horas pensé que se me cerrarían los ojos y no la conseguiría ver entera. Sin embargo, conforme avanzaba el relato, mi inquietud iba creciendo y mi desasosiego no salía de su asombro, perturbado por las vivencias del pianista judío polaco Wladyslaw Szpilman en el gueto de Varsovia. 

Al domingo siguiente le tocó a ‘Anthropoid’: Una operación militar llevada a cabo por soldados checoslovacos en el exilio, encaminada a cometer el asesinato del nazi Reinhard Heydrieh, conocido como el carnicero de Praga. Asesinar, no matar. Matar implica que su vida tiene valor. Los cobardes pueden morir varias veces en la vida, los valientes solo una. Son frases de esta brillante película basada como la anterior en hechos reales. Amarga esperanza. Dolorosa existencia. Asombrosa realidad.