La vida cambia en un minuto

Guadalupe López
07:00 • 25 mar. 2020

Ahora que tienes tiempo, quiero contarte una historia, por si te ayuda de algún modo en este trance en el que te has visto envuelt@.


La vida cambia en un minuto. Creemos vivir con seguridad y hacemos planes a largo plazo como si todo estuviera programado y nada pudiera escapar a nuestro control, pero a veces el destino se presenta con giros de 180 grados y como si de una broma macabra se tratase, te ves envuelt@ en una pesadilla...


Sé de lo que hablo porque hace 4 años, mi hijo pequeño comenzó a comportarse de un modo extraño, tenía 20 meses. Hasta ese momento había tenido un desarrollo completamente normal ....De la noche a la mañana dejó de dar palmas, de tirar besos, dejó de sonreír, de imitar gestos... ya no señalaba, no jugaba con sus juguetes favoritos, dejó de hablar y se convirtió en un mueble en cuestión de 3 semanas. Tenía autismo, aunque en ese momento no sabíamos lo que sucedía.



Mi mundo se paró... no podía ser verdad lo que estaba viviendo.... era como perder a tu hijo en vida... comenzamos un periplo de pruebas y hospitales.... un día mi hijo era diabético, otro día podía ser epiléptico y al siguiente podía estar sordo... multitud de extracciones de sangre después nos dijeron que era celiaco. ¡Y lo era! Un rayo de esperanza en el camino ¡bien! Mejoró en muchos aspectos, pero continuó sin hablar y finalmente me encontré con la soledad más absoluta para mí..... llegó el momento de aceptar que esto era lo que había, Marco era autista. No podía cambiar la situación y tampoco había forma de volver atrás, al momento en el que todo estaba bien y era feliz y no lo sabía. Hubiera dado un dedo de la mano por volver a ese instante de felicidad plena y disfrutar de los míos como debería haberlo hecho, pero no podía .... tenía que aceptar lo que estaba sucediendo.


Nadie podía entender mi lucha, Nadie comprendía mi sufrimiento y me sentí muy sola. Me di cuenta que era yo la que tenía que tomar una decisión vital:



Podía convertirme en una persona triste, asustada y apagada, enfadada con el mundo o podía invertir todos mis esfuerzos y mi inteligencia en sacar, en esos momentos, lo mejor de mi.  Elegí ser feliz pese a todo. Elegí vivir el presente, no pensar en el futuro, no hacer planes. Hice balance de lo bueno que había en mi vida y me quedé con eso. Aparté lejos aquello que me hacía sufrir y a aquellas personas que me restaban energía. Tomé conciencia de que, pese a la gravedad de la situación, aún me tenia a mí y mi cabeza para jugar en mi equipo. Descubrí el poder tan inmenso que tiene un pensamiento, no sólo en mí, sino en aquellos que me rodeaban...


Los pensamientos no cambian la realidad, pero sí la percepción de la realidad, y al cambiar la percepción cambiamos nosotros, y al cambiar nosotros, de alguna manera, cambia la realidad.



Así que háblate a ti mismo en positivo, imagina historias bonitas para dormirte, pon toda tu cabeza para que juegue de tu parte. Debes ser tu mejor amigo


Espero que encuentres en esta carta, la chispa que encienda en ti ese pensamiento positivo que hará de este momento crítico, un punto sin retorno hacia un cambio de actitud a mejor. Y cuando el tiempo pase te darás cuenta que hay que tener buena suerte hasta en la mala suerte y quizás el coronavirus haya traído a tu vida un gran aprendizaje del que habrás salido fortalecid@.


Por último, quiero cerrar esta carta contándote que mi hijo Marco cumplió 6 años el día que declararon el estado de emergencia nacional. No lo entendimos como un golpe de mala suerte porque él era feliz y nosotros también, aunque tuviéramos que celebrarle el cumple en estricta Intimidad. ¡No pasa nada! Esos no son problema de verdad, ¿a que no?


Estos días además, tengo una intensa jornada laboral porque soy farmacéutica y estamos abiertos 13 horas, en primera línea de fuego, atendido a todos los que nos necesitan. Así que me despido ya, que mañana hay que volver a la batalla...


Desearte un poquito de suerte para superar este trance y que algún día eches la vista atrás y te digas : -“yo escalé el Everest”. 


para ti

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