La pesadilla diaria de la A-7

Javier Adolfo Iglesias
00:11 • 20 feb. 2020 / actualizado a las 07:00 • 20 feb. 2020

El problema del Cañarete es uno, y grave, pero mayor aún es el problema de la A7 en su tramo desde Almería hasta la salida del hospital del Poniente en el Ejido. Corremos  el riesgo de que el primero tape al segundo y que una vez reabierta la carretera de los desprendimientos nos olvidemos que cada mañana, cada mediodía se vive una pesadilla a pocos metros en la misma sierra de Gádor, en la A-7.  Quien lo ignore  que acuda a las recientes estadísticas de accidentes e incidentes ocurridos en estos kilómetros de autovía. El más leve provoca retenciones kilométricas y los más graves, muertos y heridos sin sentido además. Mucho antes que el cierre del Cañarete. 


Ocurre en los dos sentidos de la marcha. y especialmente en los horarios de entrada y salida de las cientos de grandes empresas que mueven a diario miles de residentes entre las localidades de Almería, Roquetas de Mar, El Ejido, Vícar y La Mojonera. 


Conozco a residentes en Almería que para evitar esta pesadilla diaria han preferido alquilar una casa junto a su trabajo en El Ejido o La Mojonera. El agobio ocurre entre las 7 y media y las 9 de la mañana. La A7 en ese momento del día se divide en dos mundos paralelos a punto de colisionar. El del mundo A, con los conductores que entienden la conducción como una coordinación de individualidades para que funcione el colectivo y el de aquellos conductores que consideran que ellos son especiales y no tienen nada que ver con lo que ocurre a su alrededor, es el cretino y peligroso mundo B. El riesgo de  conflagración de los dos mundos es constante. Empezando por las incorporaciones a la autovía. 



Las incorporaciones son un problema doble, tanto para el que entra a la autovía como para los que están ya en ella. 


Desde el punto de vista del que se incorpora ocurre a menudo que no puedes entrar porque debes ceder el paso. Entonces te paras en el carril de aceleración, pero ocurre que un indeseable del mundo B está detrás tuya a menos de dos metros, presionando.  



La A7 entre Almería y Poniente tiene varias trampas, zonas sin visibilidad detrás de curvas, donde no sabes qué te vas a encontrar en cuanto avances diez metros. Y cuando te encuentras los vehículos parados a 120 kms por hora no es nada agradable. Esto es algo habitual en las curvas sobre Vícar.  También en la famosa salida del Parador sentido El Ejido, desde Almería. Viene precedida por una curva abierta sostenida hacia la izquierda. A determinadas horas, la vía de desaceleración no da abasto a recibir tanto coche, por lo que es habitual que en esta salida los coches se amontonen hasta quedar parados en la misma autovía, con el peligro que ello conlleva. Por ello, lo más sensato es apartarse a la izquierda mucho antes de verla, porque no se puede ver. Pero aqui llegan los capullos del Mundo B que se creen que la autovía fue construida para ellos solos. Se colocan a apenas 10 metros de tí a 120 kms por hora y a este peligro le añaden unas ráfagas de luz que te ciegan. Seguramente se creen iluminados pero en realidad son unos delincuentes en potencia. Es necesario que en el futuro, la A7 tenga más cámaras que detecten estas conductas que acarrean infracciones graves.  


Pero también hay conductores imprudentes por defecto. Hay horas en las que la A7 no es para conductores dubitativos e inseguros. A la hora de entrada al trabajo, si te metes en la derecha va a ser muy díficil que vuelvas al carril de la izquierda. 



 La velocidad es otro problema. Haría falta radares, pero estos provocarían un pernicioso efecto frenada. Esto ocurre ahora a la llegada al túnel. Para evitarlo, lo mejor sería bajar la velocidad a 100 en todo el tramo entre Almería y Aguadulce. Entonces sí, los radares tendrían efectividad. 


Se ha hablado mucho de ampliar a tres los carriles. Esto sería estupendo pero llevaría mucho tiempo. Mientras tanto, hay medidas más fáciles y rápidas: el cambio de la señalización, el reasfaltado del tramo ‘pepinero’ desde el túnel hasta Almería, la corresponsabilización de las empresas para escalonar los horarios de entrada, el mayor uso del transporte colectivo directo. Cuando esto se aborde, se podrán aplicar ideas fabulosas al Cañarete que ya se han compartido en foros públicos. Pero si no se aborda la A-7 habremos perdido una oportunidad. 


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