El maestro del flautista

Ramón García
23:04 • 19 nov. 2019

Cuando se desea menospreciar al sexo masculino afirmamos, en plan chistoso, que los hombres no somos capaces de realizar varias tareas a la vez. No sería el caso del protagonista de mi historia de hoy, un saxofonista y flautista norteamericano que ha pasado a la historia por ser uno de los primeros en dominar la técnica de tocar con varios instrumentos de viento soplados al unísono.


Se trata de un músico bastante olvidado y, de hecho, yo no lo descubrí por su impresionante destreza, sino gracias a un disco de mis amados Jethro Tull, cuando un servidor aún nada sabía sobre la música improvisada afroamericana. Finalizando la cara A de aquel vinilo en el que unos Tull veinteañeros aparecían disfrazados de ancianos y al que jocosamente llamaron This was, me enamoró un precioso tema instrumental titulado Serenade to a cuckoo, cuyo autor era un misterioso Roland Kirk.


Ya entonces tenía yo ciertas inquietudes por la investigación musical, por lo que me recorrí todos los estantes de mi tienda habitual hasta que encontré varios discos suyos, pero jamás me atreví a adquirirlos. Tal era el miedo y/o respeto que en aquel momento le tenía a esa música. Además, ese señor con gafas oscuras, gorro-turbante y aspecto algo fiero no me ofrecía demasiadas garantías de que la inversión me diese frutos musicales. Gran error por mi parte, fruto de mi bisoñez musical.



La carrera de Kirk no fue excesivamente larga, ya que a los cuarenta y dos años un derrame cerebral se lo llevó por delante - nunca sabremos si tuvo algo que ver haber pasado su vida soplando por partida triple – pero nos dejó un buen puñado de magnificas grabaciones de hard bop como ejemplo de su talento, así como incursiones en el soul, el latin-jazz y, en ocasiones, hasta el free y lo experimental. 


Mi recomendación es que os introduzcáis en su apasionante universo, pero si solo tenéis cierta curiosidad por escucharlo, hay una canción en la que suena su flauta y que a buen seguro todos habréis oído: Soul Bossa Nova del maestro Quincy Jones. No tenéis más que volver a ver la secuencia inicial de las películas de Austin Powers para encontrarla. 



Roland colaboró con genios como Mingus o Zappa, y ha sido admirado por músicos tan dispares como el guitarrista Derek Trucks o los saxofonistas David Jackson y Jeff Coffin, pero el caso más evidente, por supuesto, es el del líder de los Tull, Ian Anderson, y su curiosa forma de soplar la flauta, alternando notas con gruñidos y diversos sonidos guturales. Si pensáis que este último es original como flautista, deberíais escuchar a quien le inspiró.




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