Llegó, llegó. El miércoles tenía doble cabeza el tren de Almería

Juan Torrijos
11:00 • 10 jul. 2019

La pareja de moda para el PP, De la Fuente-Martínez, ha cumplido con la promesa de que habría a primeros de julio una segunda máquina para nuestro caballo de hierro. ¿Ya estamos felices? Hombre, no creo que la llegada de una segunda locomotora deje satisfechos a los almerienses, pero es la primera promesa cumplida. Tonta, cierto, pero promesa al fin y al cabo. El día 1 de julio ya teníamos el hacha levantada, el día 2 ya amenazaba los cuellos políticos de la pareja de moda, porque si una tonta promesa como es una locomotora no se conseguía, ya me dirán ustedes que nos podíamos esperar del resto de proyectos que están esperando desde hace siglos los ciudadanos del sureste. El miércoles, día 3, aparecía el tren con dos máquinas tractoras. O se rompen las dos máquinas en el mismo viaje, o no debemos tener más retrasos por culpa ellas. ¿Se han acabado los retrasos del tren a Madrid? Por Dios, como dice usted eso, si se acaban los retrasos de nuestro tren se pierde el pedigrí de los viajes a Almería. Si se pierden los transbordos a autobuses en los trenes con Almería se pierde la esencia de estos viajes, recuerdo de aquellos en los que nuestra madre nos echaba la tortilla y los chorizos para los largos trayectos que nos separaban de los madriles. Tiene gracia que mientras esperábamos la segunda locomotora, nos llegaba la noticia de que Renfe nos ofrecía el billete para viajar a Madrid a través del AVE de Granada más caro y prácticamente con el mismo horario. Y para no quedarse descolgado de la historia, el señor Matarí, diputado del PP, que ha mandado durante años y años en las vías de ésta tierra, le exige al actual Gobierno el cambiador con Granada. Muy bien señor diputado, así se hace oposición, el problema es que durante su tiempo de gobierno el cambiador de Granada no se hizo presente. Cierto, cierto, eran entonces los del PSOE los que lo pedían, con reloj solar incluido, pero cuando a ellos les ha llegado el sol del poder, el reloj ha dejado de funcionar. ¿El servicio ferroviario con Almería es con perdón una “mierda”? Lo es. Y desde hace algún siglo. ¿Protestamos los almerienses? Poquito. ¿Y por qué? Quizás porque al frente de todas las reivindicaciones en Almería están siempre las mismas caras y con las mismas banderas detrás, y la gente está hasta las narices. 






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