Se pueden encontrar con una renovación por parte del votante

Juan Torrijos
07:00 • 18 mar. 2019

¿Tiene miedo Javier Aureliano García a las elecciones municipales de mayo? ¿Teme poder perder la presidencia de la Diputación y de ahí el optar al puesto seguro del parlamento nacional como número uno de su partido? Se puede pensar lo que se quiera, pero no olviden algo que les contamos por aquí hace algunas semanas: Entre Cs y PP se tendrán que repartir la alcaldía de Almería y la presidencia de la Diputación, con un agravante mayor que se agiganta cada día que pasa, que en el reparto tendrán que contar con Vox en el PP y ya veremos si Cs no lo hace al final con el PSOE en cualquiera de las dos grandes administraciones almerienses y en otros municipios de la provincia.


El barullo es mayúsculo en las municipales de la capital y su influencia en la Diputación, pero volvamos a las generales. De verdad se puede hablar de renovación en el Partido Popular de Casado, Amat y Aureliano cuando vemos en las listas a Juan José Matarí, Luis Rogelio, Eugenio Gonzálvez, Carmen Navarro o Rosario Soto. El único cambio es el de Rafael Hernando por Javier Aureliano. Con todas las sombras y luces que ustedes quieran, bronco en ocasiones, pero no más que otros portavoces de otros partidos en el congreso, pero ha sido el mejor representante por Almería del PP en estos años. Era de lógica su recambio, se había significado y mucho con el gobierno de Rajoy, pero con todas las pegas que ustedes y nosotros le pongamos, los demás estaban tan quemados o más que él para seguir representando a esta tierra en los centros políticos de Madrid. Una cosa, digan una cosa, solo una, buena o mala, que hayan hecho los Matarí, Luisro, Eugenio, Rosario o Carmen por Almería. Ni una sombra, ni una luz.


Y ahí les tienen para que les voten como los nuevos salvadores de la patria pepera de Almería. Si la dirección del partido no ha hecho la renovación tan necesitada y esperada, si Gabriel Amat ha tenido que asumir en la candidatura a Rodríguez Comendador y Eugenio Gonzálvez para salvar a Juan José Matarí, que era su máxima política a lograr, no sería de extrañar que esa renovación la reciban el dieciocho de marzo, día de la votación, por parte de los ciudadanos almerienses. Por cierto, Javier Aureliano se queda en la presidencia de la diputación hasta que acabe su mandato. ¿Qué dejará después de la votación de mayo?






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