Pensar en Sevilla antes que en Almería

En sus primeras palabras como flamante Secretario General del PSOE de Almería, pronunciadas tras un congreso plácido en el que estaba ya vendido hasta el último boquerón,  el reelegido José Luis Sánchez Teruel ha señalado que su primer objetivo es que el PSOE siga controlando la Junta de Andalucía. Y después de eso, pues sí, que les toca eso de intentar ganar los municipios de Almería, etcétera. Una de las características de las intervenciones ante un congreso ganado y con todo el mundo dispuesto a dejarse las manos aplaudiendo es que hay poco espacio para la improvisación, por lo que basta con ajustarse al guión. Copio ahora la nota de prensa emitida horas después del anunciado desenlace: “Los objetivos que se han marcado los socialistas en este congreso son revalidar el gobierno de Andalucía, incrementar el número de municipios en los que gobernamos y conseguir la Diputación Provincial.” Como ven, no me invento nada. Es decir, que las prioridades del PSOE están donde siempre han estado: a 412,6 kilómetros de Almería por esa A-92 de nuestros pecados. Me dirán que los socialistas también expresan su intención de hacer algo por recuperar gobiernos municipales –faltaría más-  pero ya ven cómo y cuándo lo dicen. Es decir, que el PSOE almeriense evidencia una vez más que, en el fondo, ellas y ellos están ahí para que la Junta de Andalucía siga siendo, bajo la batuta del PSOE, la nave nodriza que nutre y monitoriza a las lanzaderas provinciales. Es decir, un discurso pensado más en agradar a Sevilla (todos de pie, que estamos hablando de Doña Susana) que en galvanizar al personal para conseguir ganar en la capital y en las otras grandes poblaciones. Y a lo mejor me equivoco, que en eso los columnistas somos especialistas, pero tal como uno lo ve, en esas declaraciones había, más que error de cálculo o falta de perspectiva, una generosa ración de subconsciente.