El ayuntamiento de la capital en contra de los trabajadores

Juan Torrijos
01:00 • 22 jun. 2017

Uno creía que el tema de la festividad de San Juan estaba solucionado y que sólo cuando el 24 de junio caía en domingo se cambiaba por un 26 de diciembre, día de la reconquista. El actual ayuntamiento, con el nieto de Monterreal a la cabeza, ha decidido que el próximo 24, sábado, no va a ser fiesta, por lo que miles de trabajadores almerienses, aquellos que no son funcionarios o trabajadores de cualquier administración o entidad bancaria tendrán que celebrar una mini noche de San Juan y a trabajar. Y luego quieren estos señoritos del ayuntamiento, vagos hasta la saciedad, que les vuelvan a votar. ¡Un mojón! Mi amiga Trini, que esperaba pasar la noche de San Juan con unos amigos, ya ha recibido el aviso de su jefe de que el sábado hay que abrir la chiringuito, por lo que adiós a la noche, a la fiesta, a la juerga, y todo por culpa de unos caballeros y unas señoras, concejales ellos y ellas, a los que les importa un kimono que miles de ciudadanos trabajen el sábado por culpa de ellos. Sí, por culpa de ellos, por culpa de esos culos que se sientan en el salón de plenos, que no trabajan ningún sábado, que celebraran por todo lo alto la noche más hermosa del verano y que holgaran a lo largo de todo el día siguiente, mientras miles de almerienses tendrán que trabajar porque a ellos les ha salido del forro de sus caprichos. ¡Valientes representantes! ¡Qué vergüenza de ediles!
A la hora de repartir la culpabilidad ante lo que supone el abuso que cometen, no podemos dejar de lado a la brillante oposición municipal, ¡qué pena de oposición! ¿A quién están sirviendo? A los ciudadanos evidentemente no, cuando permiten que un equipo de gobierno en minoría le fastidie la noche de San Juan  a miles y miles de vecinos. Al equipo del Pp es de esperar que en las próximas elecciones los pongan en las puertas de sus casas, a ver si son capaces de ganarse las habichuelas esta panda de señoritos de derecha. Pero, ¿qué se hace con los de C´s? ¿Qué se merece Miguel y colegas? Uno piensa que el mismo camino, no se merecen otra cosa. ¡Y a trabajar! Ya verán lo que cuesta conseguir los casi tres mil euros mensuales que reciben cada mes de los impuestos que pagan esos almerienses a los que ellos les quitan la fiesta de San Juan por no ser funcionarios o políticos. 
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