Perder la oportunidad de callarse

Jose Fernández
01:00 • 28 abr. 2017

En un desayuno informativo organizado por Europa Press, el consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, Francisco Javier Fernández, lamentó las oportunidades turísticas que estaba perdiendo Almería por no tener AVE. Y no creo que nadie con dos dedos de frente pueda atreverse a discutir el argumento, que está impulsado por una lógica de alta velocidad. Mientras que un turista madrileño tarda dos horas y media en llegar a Málaga gracias al AVE, ese mismo visitante ha de emplear casi cinco incómodas horas más para llegar a Almería. No hay color. Y así, el madrileño podrá ver in situ, tomando un espeto, el resultado de todos los millones que la Junta ha invertido en su Puerto malagueño y en lo agradable que es pasara allí el rato, mientras que si viene a Almería le dirán que aún estamos esperando a que la Junta se decida a ver si participa o no en el proyecto Puerto-Ciudad. No hay color. Y es que, si aplicamos la lógica, también cabría preguntarle al consejero de Turismo (el mismo que tras negar discriminación turística de su Consejería con Almería montó un eje de turismo VIP andaluz con las ciudades de Sevilla, Granada, Córdoba y Málaga) cuántas oportunidades turísticas y de negocio no perdió Almería durante los diez años en los que la Junta se retrasó en hacer llegar la A-92 a Almería, con el inolvidable Puente de Rioja convertido en elemento estrangulador de cualquier actividad, o cuánto turismo no habría ganado Almería capital si la Junta hubiera cumplido de una puñetera vez su compromiso (hecho hace diecisiete años) de rehabilitar la Plaza Vieja y el Ayuntamiento, enclavados en el corazón de un Casco Histórico que tuvo que poner fachadas falsas para disimular la cochambre y evitar el bochorno visual. ¿Cuánto negocio pierde la Comarca del Mármol por no tener aún lista la esperada autovía, señor consejero? Y es que al final, algunas de las mejores oportunidades perdidas son las de callarse. 







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