Museo de Costumbres y Tradiciones

Cualquier manual de marketing para cuñados deja bien claro que el peor modo de intentar ganar clientes ante un competidor más sólido es intentar hacerle la competencia en su terreno, y empleando sus mismas armas. He recordado esto cuando, igual que bolas de fuego incandescente, han surcado el cielo informativo dos noticias coincidentes: la primera, la puesta en marcha de un nuevo museo en Málaga, que es la quinta pinacoteca más grande de toda España, que cuenta con más de 15.000 piezas arqueológicas y 2.000 referencias de Bellas Artes. Este nuevo centro, inaugurado anteayer por la presidenta de la Junta de Andalucía y el Ministro de Cultura, se suma al impresionante patrimonio museístico de la vecina ciudad, que cuenta ya con elementos de referencia internacional tan atractivos como el Museo Picasso o el Museo Pompidou. La otra noticia de luminosa coincidencia era la propuesta (aunque ellos prefieran decir “exigencia”) del grupo municipal de Ciudadanos de destinar entre 3-4 millones de euros del Presupuesto Municipal del año próximo a la adquisición de una casa solariega en ruinas para su rehabilitación como “Museo de Costumbres y Artes Populares Almerienses (MUCOAPA)”. Admito gran curiosidad por saber qué clase de tradiciones netamente almerienses podrían ser susceptibles de musealización, aunque sé que el éxito de esta propuesta causaría enormes problemas de contraprogramación a los responsables de los nuevos museos malagueños, desesperados por evitar el multitudinario desplazamiento de visitantes hacía Almería, ansiosos por contemplar la instalación artística del “Roalillo”, ese semicírculo de cáscaras de pipas con profundidad y volúmenes capaces de trazar la dimensión terrenal del modo de ser contemplativo almeriense, o esa “Paila de Migas con Engañifa”, que plasme la fusión mística de gastronomía y climatología. Estamos, sin duda, en vísperas de una nueva “desbandá” de visitantes malagueños, hastiados de vanguardias y dispuestos a dejarse hechizar por el cubismo matancero del barreño de las tripas.