Mejorar Andalucía en clave municipal

Este fin de semana se ha reunido en Almería el Consejo de Alcaldes del Partido Popular en Andalucía, un órgano representativo del interés de nuestro partido por vertebrar Andalucía de un modo realista y eficaz, alejado de los clientelismos y las cuotas de afinidad a las que nos tiene acostumbrados el PSOE en la Junta de Andalucía. Los alcaldes somos representantes directos y legítimos de los ciudadanos y no acaba de entenderse la distancia y el desinterés que nuestro gobierno autonómico mantiene con los ayuntamientos andaluces. El pasado año, la propia presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, admitía que la cantidad que se les adeuda a los ayuntamientos asciende a 216 millones de euros, un dinero fundamental para el funcionamiento de éstos y para mantener las calidad de vida de Andalucía. Por eso creo que ha sido especialmente importante este encuentro de alcaldes populares en Almería, porque desde aquí se ha puesto de manifiesto a toda nuestra Comunidad que es necesaria una mayor lealtad institucional con los consistorios andaluces. En este sentido, creo que es necesario destacar la preocupación de muchos alcaldes por la situación de sus municipios si finalmente el PSOE se entrega a los extremistas. A la permanente desatención que padecemos a manos de la Junta de Andalucía, habríamos de sufrir la falta de apoyo del Gobierno en asuntos y proyectos necesarios para nuestras ciudades y que hasta ahora en Almería han avanzado a buen ritmo gracias a la labor de nuestros senadores y diputados. Por tanto, es muy importante, a efectos de la continuación de la recuperación económica y de la creación de empleo en Almería, Andalucía y España, que las cosas se hagan con sentido común.  Y tener sentido común es apostar por la estabilidad y apostar por fórmulas que eviten riesgos. Además de eso, los alcaldes del Partido Popular no estamos dedicados a centrarnos exclusivamente en la reivindicación, en el agravio comparativo o en la permanente pelea diaria con la Junta de Andalucía. Nuestro papel no es limitarse a exigir el cumplimiento de las promesas olvidadas, sino en trasladar a los andaluces que existen otras formas de hacer las cosas, que hay otro modelo de gestión más eficaz y beneficioso y que, en definitiva, somos la opción más clara para transformar la improductiva inercia del PSOE en Andalucía en un impulso positivo de creación de empleo y mejora de la calidad de vida de todos los andaluces. Representamos una ilusión enorme por mejorar Andalucía y unas ganas tremendas de hacer que nuestra tierra, de una vez por todas, funcione de verdad para todos los andaluces, y no sólo para unos pocos. Sólo desde la seguridad y la certidumbre se pueden afrontar con garantía los retos del futuro.