Fondón, un lugar único en el corazón de la Alpujarra

Uno de los rincones más conocidos es la Fuente de Carlos IV, que este año cumple 225 años

Mónica León
18:59 • 21 dic. 2015

En pleno corazón de la Alpujarra almeriense, se encuentra uno de los destinos de interior con más encanto de la provincia, Fondón. Este municipio aúna historia, tradición y un gran legado monumental y natural que sorprenderá a todos aquellos que lo visiten. Por su especial ubicación, situado entre Sierra Nevada y la Sierra de Gádor, Fondón ofrece uno de los paisajes más especiales dentro de Almería.




Esta pequeña localidad alpujarreña se ha convertido en un lugar ideal para perderse unos días. De hecho, cada vez son más los visitantes que llegan desde cualquier punto en busca de la tranquilidad que se vive en sus calles, de la belleza de su paisaje y de su rico patrimonio histórico y, cómo no, del sabor de sus vinos y gastronomía.




Aquellos que apuesten por visitar Fondón en sus próximas vacaciones sepan que acertarán. Son muchos los rincones que merece la pena conocer en este municipio como el 'Cortijo de las Paces', típico cortijo almeriense en el que se firmaron las capitulaciones por la paz entre los moriscos alpujarreños y los cristianos; la Iglesia Parroquial de San Andrés, del siglo XVI, con su imponente torre, añadida dos siglos más tarde y una de las más alta de toda la Alpujarra; el Ayuntamiento, las Mansiones Barrocas, la Casa Palacio de las Godoyas... Aunque si hay un lugar que es la seña de identidad de Fondón es la Fuente de Carlos IV, en plena Plaza Mayor del municipio y que este año cumple nada más y nada menos que 225 años de historia.




Esta fuente, emblema del municipio, fue levantada durante el reinado de Carlos IV para abastecer de agua a sus habitantes. Se trata de una construcción clasicista en piedra de conglomerado brechoso local con dos caras diferentes. En la anterior y principal contiene un pilar con tres alojamientos cantareros con tres caños de bronce y de cabeza antropomorfa. Además, se puede ver labrado y enmarcado en una cartela de piedra el año de su construcción. En la parte posterior y sobre un pilar-abrevadero manan dos caños. Un entablamento con un frontón curvilíneo remata el conjunto con volutas enmarcado con dos bolas. Hoy, este rincón de Fondón se ha convertido en uno de los lugares más visitados y fotografiados de esta localidad.




Fondón es un pueblo que enamora.




Más información en: http://www.fondon.es/






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