El equipo está en caída libre y solo los miedos del Girona le salvaron la vida. En la primera mitad tiró a portería a los tres minutos para hacer gol y luego en la recta final un desesperado Chuli lo intentaba sin suerte.
Dos disparos a puerta en 46 minutos y en la segunda un Chuli 'quemado' peleando con la defensa y con su falta de hacierto. Pero no es culpa suya ya que no le llega un balón en condiciones.
El equipo ha dejado de ser vertical. Ha perdido la pegada. El centro del campo ni contiene ni genera y la defensa es mejor no tocarla por si nos hacen gol.
Alarmante el deterioro del equipo en 8 jornadas de Liga. Por una vez la clasificación hace justicia a los rojiblancos y se ubican en plaza de descenso 3 jornadas consecutivas.
Jugando de esta forma no da ni para mantenerse en la Liga de Fútbol Profesional.
Sergi lo único que ha conseguido con su filosofía es que el bueno se haga malo y el malo se haga peor con tanta locura de concentraciones y planteamientos.
Vaya ruina
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