El corazón del Pavía

El presidente arlequinado, José Antonio Carreño, habla con sinceridad en el Carrusel Deportivo

Con LA VOZ y el complejo deportivo del Tito Pedro de fondo.
Con LA VOZ y el complejo deportivo del Tito Pedro de fondo. Rafa Góngora
Rafa Góngora
06:51 • 04 dic. 2021

Entró en el Carrusel Deportivo como un señor y se despidió de la misma forma. José Antonio Carreño es uno esos románticos del fútbol, cada vez van quedando menos, que entiende que el balompié canterano es su vida y seguramente no entendería su vida sin sus niños, sin sus niñas (cada vez más), sin su Pavía, sin la enorme familia que forma el club arlequinado desde hace ya muchas temporadas...



Tiene dos casas, y una de ellas es la del complejo deportivo del Tito Pedro, donde pasa horas y más horas organizando, con el resto de la junta directiva, una gigante como es el histórico club del Pavía, una de las entidades formativas con más solera en el mapa del fútbol base almeriense, del fútbol de verdad. Carreño nació seguramente con el escudo del Pavía porque solo así se entiende el amor hacia los colores del club. “El fútbol es mi complemento total que tengo en mi vida después de mi familia y mi trabajo”, fue el primer mensaje que dejó en la antena de la Cadena SER cuando intervino en el Carrusel Deportivo en un mano a mano con Tony Fernández hablando del fútbol y de la vida; fue una charla de esas que merece escuchar una y otra vez.












El Pavía no para de crecer y cada año, cada temporada va a más con más niños y niñas en sus equipos. Es una gran responsabilidad, pero al mismo “un orgullo muy grande porque cuantos más equipos tengamos mucho mejor para el club. Hay que ayudar a los niños y a las niñas, y siempre mirando  hacia adelante; son el futuro de nuestro fútbol, el fútbol del club, es la realidad”, comenta Carreño.

Una gran familia 



El fútbol femenino sigue creciendo en el Pavía: “Estamos tocando todas las categorías, todas las bases, y la verdad es que el tema de las niñas, como no hay muchos equipos, hemos conseguido que jueguen en las dos categorías, en el masculino y en el femenino, y la verdad es que están teniendo un éxito impresionante, me refiero en el aspecto social y también en el deportivo”, dice.



Detrás del buen funcionamiento de un gigante como el Pavía hay muchas horas de reunión, de organización y de trabajo: “Todos los días todas las tardes estamos aquí, no hay otro secreto para que un club modesto como el nuestro pueda andar. La gente no se puede imaginar las horas que estamos en el club para que esto vaya andando. Estamos desde las cuatro de la tarde hasta las diez de la noche u once de la noche ayudando para que todo vaya bien en el club del Pavía”, explica. Hay futuro en la directiva arlequina porque “siempre hay algún ‘loco’ detrás; hemos metido gente joven y ellos serán los encargados de llevar el futuro del club en unos años”, dice un caballero del fútbol canterano.  


Su mujer

José Antonio Carreño, el presidente del Pavía, puede presumir de tener una mujer a la que le gusta el fútbol y, además, siempre está ahí, a su lado para cuando hay que dar un empujón para seguir adelante en el club arlequinado. Son muchas horas, durante la semana y más aún cuando llega el fin de semana, porque se celebran muchos partidos en el complejo deportivo del Tito Pedro. A Carreño le cambia la cara cuando habla de su mujer Loli: “Siempre está a mi lado, ayudándome en todo lo que pueda”, comenta. La familia Carreño es muy futbolera: “Mi hijo está jugando y es entrenador, mi hija es entrenadora, mi yerno Domi es el técnico del senior, Anabel es la entrenadora y jugadora de senior femenino...”. 


Adora el fútbol, pero también es una persona que ama su trabajo, su tienda situada en la calle La Reina, disfruta de sus vecinos y de los almerienses del Casco Histórico. El presidente del Pavía, toda una leyenda en el fútbol canterano, es una persona muy querida y respetada por su clientela desde hace más de veinte años. De hecho, desde marzo del año 1991 regenta la tienda que tiene en la calle La Reina, que no es cualquier calle en la capital de Almería. Allí se habla de fútbol y de la vida con una clientela fiel, de toda la vida, de siempre.

Clientela que al final son generaciones porque la tienda de Carreño es de la que llamamos de toda de la vida, de barrio, donde se conocen todos después de tantos años. José Antonio Carreño se emociona cuando habla de sus niños y de sus niñas del Pavía, pero le pasa lo mismo cuando habla de esa clientela fiel, de siempre, de toda la vida, por muchos años que pasan. El presidente del club arlequinado tiene una bonita historia gracias a su trabajo, gracias a su tienda en los peores momentos en tiempos del Covid, cuando la pandemia apretaba.

El dirigente recuerda emocionado en el Carrusel Deportivo de la Cadena SER que “detrás de la vida deportiva está la vida laboral y social”, recuerda y afirma que “tengo la tienda, que es un orgullo, llevo muchos años con ella, es mi vida... y cuando peor lo estábamos pasando con el tema del covid teníamos que ir a las casas, donde había clientes que tenía el Covid-19, por lo que teníamos que tomar las precauciones posibles. La gente no salía de sus casas, y nosotros llevábamos la compra... no os podéis imaginar lo que hemos pasado por el tema del covid, pero gracias a Dios vamos hacia adelante y ojalá podamos salir hacia adelante”, apunta un Carreño que recuerda “nos vamos muy bien gracias a Dios”. Es un ejemplo y siempre será un ejemplo a seguir en el mundo del fútbol base y en la vida por la labor que realizó en los peores tiempos de la pandemia. Carreño desvela que “estoy muy contento en todos los aspectos; soy feliz con lo que hago. Estoy desde las 6 de la mañana hasta las tres de la tarde en la tienda y a partir de las cuatro de la tarde al Pavía, donde disfruto con mi otra familia”.


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