¿Qué fue de Faustino Reyes?

Plata en boxeo en los JJOO de Barcelona‘92

Rafa Góngora
11:20 • 25 sept. 2021

Llegó a la redacción de LA VOZ y la Cadena SER con la mascarilla puesta. Tony Fernández no lo reconocía, yo tampoco. Han pasado muchos años desde que aquel joven boxeador natural de Marchena (Sevilla), pero almeriense de adopción y de corazón, hizo historia en los Juegos Olímpicos de Barcelona’92 conquistando la medalla de plata. Faustino Reyes ha vuelto a Almería y volverá para quedarse toda su vida.



Su vida



Tiene 46 años y la misma mirada de aquel fenómeno en el ring; marcó una época en la historia del boxeo almeriense y español con Fernando Serra, su entrenador, el hombre que lo lanzó a la fama; fue como su otra padre. Se fue de la redacción feliz después de ver unas fotografías con mucha historia y quedamos para vernos más adelante en el Paseo Marítimo y hablar de la vida y del boxeo.



El Zapillo, esta playa de San Miguel... han sido mi vida desde pequeño: Me siento más almeriense que marchenero, con eso digo todo”, dice un Faustino Reyes que se sincera: “Ahora mismo estando en El Zapillo me siento como en una nube y dentro de cuatro años cuando cobre mi plan de jubilación, el Premio de la Caixa, el Premio más grande que se ha dado en la historia del deporte español, ya estaré mejor económicamente me vendré a vivir a Almería porque me quiero morir aquí y que mis cenizas las tiren en la playa de El Zapillo. Mis mejores años, en todo, fueron en Almería”, recuerda.



Recuerdos



Regresamos pasado: “Llegué con nueve años, estuve un año, volvimos a Marchena, pero regresamos a Almería, donde hice mi carrera deportiva, con once años empecé y con trece me fui a vivir con Fernando Serra. Se dio cuenta que era un diamante en bruto. En el 89 quedé campeón de España... tenía 13 años, pero me puso 16 para ir a los juveniles, y a partir de ahí me mentalizó para Barcelona. Salió todo como lo pensó Serra. Media medalla olímpica fue él y la otra mitad la logré yo”, dice.
El Rey de España estuvo en la grada y “luego bajó al vestuario después de la semifinal. Estaba destrozado después del combate, quería irme a la Villa Olímpica para descansar y me dicen que venía el Rey y allí se presentó. Quería hacerse fotos conmigo”, dice emocionado.  

El boxeo es muy duro, a los canteranos les diría que si son buenos en el deporte que no se dediquen al boxeo, porque los golpes no son buenos...”. Desligado del boxeo: “Tuve una escuela de boxeo en Marchena y funcionó, pero me daba cosa entrenar a los chavales”. Palabra del campeón Faustino.






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