La ‘sonrisa de la SVM’ ya está donde debe: ficha Paquillo

Otro gran jugador llega a Unicaja Costa de Almería

Paquillo Fernández.
Paquillo Fernández. La Voz
La Voz
12:20 • 07 ago. 2021

Es algo que se sabía que pasaría, por la admiración mutua, por valores compartidos y, si se quiere, hasta por proximidad geográfica, puesto que Caravaca de la Cruz es la cuna de Francisco José Fernández. Querido y respetado en todo el vóley español bajo el nombre deportivo de ‘Paquillo Fernández’, vino al mundo en esta población murciana, una de las ocho ciudades santas del planeta para la cristiandad, en 1995. Allí, en su extensísimo término municipal (el vigésimo de España), colindante con el de Vélez Blanco, pegado a la provincia de Almería, también se hizo para el voleibol de la mano de Eddy Carvalho. Fue quien lo ‘sacó’ del fútbol y le metió como modelo a Sergio Dutra ‘Serginho’, “esa garra, ese coraje, esas ganas de ganar…”.



El brasileño, “me encanta”, fue campeón olímpico en Río en 2016, a la edad de 40 años, mientras que los 177 centímetros de ‘vóley macizo’ de Paquillo iban a por su segundo año en la ‘universidad’ de Magú, un Cajasol que enamoró a todos: “Es un crack entrenando, consiguió que unos chavalillos, parte de la Permanente, hiciesen un fortín en casa, crearan un muy buen grupo, trabajador, todos en la misma línea”. Antes, había debutado en el Caravaca en 2010, estuvo en Palencia tres años y su referente era de color verde: “¡Cómo disfrutaba de pequeño viendo aquellos partidos de Alexis Valido, Dallas Soonias, Josh Howatson, David Smith, Bogdan Olteanu, Juanjo Salvador… Almería era de los equipos que siempre seguía y en el que está claro que soñaba con jugar algún día”. Luego llegó otro referente que lo acrecentó.



Recuerdos



Paquillo lo recordará siempre como “el gran Piero Molducci”, al rememorar su figura y lo que le inspiraba: “Siempre que jugaba contra Unicaja mi pensamiento era ‘algún día tengo que entrenar con él’, y no fue en Almería, pero sí tuve la suerte de tenerlo en Ibiza y para mí es el fiel reflejo de amar el voleibol y hacer lo que te gusta”. Con un “gracias, Piero”, ese ‘día’ es por fin ‘hoy’, y Paquillo ya coge su sitio: “Es todo un lujo poder formar parte del club que tienes de referencia desde pequeño, con este calibre, con la historia que tiene en el voleibol español, con la forma de trabaja… es un sueño cumplido que hay que rematar”. Como muestra de que es recíproco está la rapidez del acuerdo: “Creo que en menos de tres horas se pudo cerrar todo”.



Conversación con Manolo Berenguel, el líbero “tenía claro lo que quería y no hizo falta darle vueltas”, reconoce, interesado por unirse al mítico técnico almeriense: “Al nombre que ha tenido como jugador, Manolo sabe de qué va la figura de entrenador, ya lo ha demostrado tanto en el femenino como con el masculino, una persona que no se conforma con poco y que nos quiere a todos a tope; tengo ganas de trabajar con él y sé que será un plus para mí”.



Llega, además, en su pena madurez, “en el momento de ganar algo, con una buena edad para transmitir energía y aspectos de juego para el equipo”. Compromiso absoluto, “todo lo que yo pueda aportar, lo haré, sea como sea”, asegura, “somos un equipo, y juntos es como avanzaremos”, aclara tras definir al bloque del que será parte como “un equipazo con mayúsculas”.



La confianza que tiene en el proyecto 20212/2022 de Unicaja Costa de Almería es compartida por sus compañeros: “Hace poco lo hablaba con uno de esos grandes fichajes que se van a anunciar, que poco a poco se ha confeccionado una plantilla amplia y muy competitiva y que tan solo falta trabajar y trabajar para cuadrarlo todo”. Paquillo Fernández es la viva imagen del ‘buen rollo’, humilde, modesto, entrañable y dispuesto siempre a crecer, así que de la temporada espera sacar “la experiencia con los compañeros, porque de cada uno se aprende algo distinto, y finalmente, al jugar todo, siempre se hace mejor jugador/persona”. De los nombres ya conocidos, a su lado, líbero, Curro: “Tanto para mí como para el club, tenerlo un premio; muchos quisieran a alguien de la casa como él, un currante, un guerrero…”.



Compromiso

De fidelidad a los colores que defienda, no tiene problema en echar raíces. Tras tres años en Sevilla, y con una experiencia en Francia entre medias, otros tres años en Ibiza, de donde procede: “Sabemos como es el vóley, que da mil vueltas, y he tenido suerte de estar varios años en un equipo, algo que ayuda mucho en lo profesional”. Sí, sabe de qué va esto, y sabe que ya le toca recibir los aplausos que no ha tenido problema en darle a otros en sus incontables muestras de deportividad: “Tras unos años asentado en la Superliga, es el momento de dar el salto; creo que será el año, estando en un gran club, con un gran entrenador y gran cuerpo técnico… sólo queda poner de mi parte, y no diré nada de objetivo, pero quiero y queremos algún título”.


No olvida la dificultad que entrañará, pero hay argumentos para apostar por el verde en medio de una mejor competición, algo bueno para todos: “La situación del virus afectó a varios equipos, pero a otros parece que les ha venido bien para reforzarse; contamos con el Melilla peleón del año pasado con más gente buena fichada este año, Boiro dando sorpresas, Ibiza todavía con pocas noticias, pero siempre sacando equipos competitivos, Teruel en su línea, con una gran base, y un Guaguas saliendo de números”. Le gusta este contexto: “La Superliga, en mi opinión, poco a poco está mejor, y necesitamos cuidarla entre todos”. Respecto a la COVID-19, “sí, confío”, es el mensaje de Paquillo Fernández sobre superar definitivamente a la pandemia, sin que cause contratiempos en el desarrollo de la competición.


Ello supondría contar con el público en los pabellones, sobre todo en el Moisés Ruiz como su casa, por fin, en el que jugará como local y casi como de la tierra: “Pasando los veranos en Sevilla…, me van a entender si digo que Almería es de la Región de Murcia, porque estaré muy cerca de casa, y algo muy importante para mí es que los que lo van a disfrutar son mis padres, que estarán en el Moisés siempre que puedan, así que me vayan vendiendo ya unos carnés de abonado” -risas-. Simpatía, se ríe cuando recuerda que en sus inicios era “igual de alto que ahora”, cuando Carvalho lo reclutó por “coordinado” para un Campeonato de España en Canarias, “gracias a él estoy aquí”, y cuando desvela un ‘secreto’: “Jugué otro Campeonato de España en Almería, contra Unicaja, de central, porque no recibía ni cartas” -carcajada-. Un crack, la sonrisa de la Superliga, ya está donde debe, y recibirá como pocos saben.


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